domingo, 16 de noviembre de 2014

Avatares

6 de agosto 2013
 Me detuve a pensar en esas cosas que suceden desde la incertidumbre, desde lo inesperado. No me hubiese imaginado jamás cuando estudiante en el profesorado de Lengua que el espacio curricular que más escollos me tocó sortear, me iba a volver a llamar desde otro rol. Sí, Residencia y Memoria! Me envía Erica un mensaje de texto diciéndome: “Sebastián pasá por el Instituto por unas horas de Elina”. A lo que le contesto: “Hola profe! No sé nada, pero paso esta tarde, de todos modos”. Me vuelve a escribir: “Seba, Elina pidió licencia por estudios”. Mientras tanto, la intriga y la curiosidad, mientras tanto otro pensamiento comenzó a trasvasar: la especulación, si convenía una suplencia o no, movimientos de papeles, del sueldo, etc. Conviene? Me saluda la secretaria del Instituto y me dice tengo este ofrecimiento para vos es hasta el 23 de diciembre, son las horas de práctica. Finalmente, acepto esas horas y renuncio a 6 horas interinas para no estar en incompatibilidad. Vale la pena renunciar a horas interinas supuestamente más “seguras” por otras a plazo? Lo más probable y lógico es cuidar las interinas y rechazar esa suplencia, pero claro, no podía dejar pasar el desafío, aunque sea por tres meses, de aquel alumno cuestionador, temperamental, y absurdo, a convertirme en profesor de prácticas educativas, a ser responsable del acompañamiento profesional, personal, y humano hasta ahora de dos estudiantes, vaya responsabilidad! El momento más importante, el más inquietante, el culmine de los estudiantes de los profesorados, momento donde la ansiedad por alcanzar la meta cada vez más cerca, al mismo tiempo el temor de los deméritos posibles hacen que lo emocional tenga un factor determinante conductual! Así que, lo primero que hice luego de aceptar esa propuesta fue mirar mi carpeta del trayecto de las prácticas educativas y la investigación: Residencia y Memoria. No me reconozco, no. Puedo decir como en 8 de O. Girondo “yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades”. Miro hacia atrás, me digo: ese no soy yo! Al volver, mientras preparo algo para comer, abro FB, escribo algo, mientras que en la otra red me escribe un tuiter, Pablo, desde Resistencia, compañero de trabajo, viajes, algún que otro festejo, y muchas charlas, “ y qué tal? Todo bien?” Aprovecho para contarle lo de la suplencia de práctica. Responde el tuit: “Qué bueno! Te envío un material, entonces, de memoria profesional” Dale, nos saludamos!
Es tan difícil comprender el destino, siempre creí que funcionamos como el juego de flipper, arrojamos la bola de acero y de ahí en más, depende de los hongos en que esta impacte, el impactar allí tiene sus consecuencias impredecibles en sus direcciones, como el hecho de no impactarlos. Por otra parte, también se me viene a la memoria cuando adolescente en segundo año de la secundaria, ya en la escuela de comercio, tuvimos una practicante, la recuerdo a ella, muy bonita, pero también de esa época recuerdo ciertos sentidos. Me acuerdo de que me levantaba a las 6 A.M. a esa altura, se escuchaba la radio era Juanca, mi viejo levantado desde antes, para ir a la estación de servicios, escuchando el informativo de Magdalena Ruíz Guiñazú, mientras se sentía el aroma al café, la musiquita de radio mitre, el aroma a la espuma de afeitar en el baño, el desodorante de entonces, Angelo Paolo, todo eso lo reservo en la memoria, a pura nostalgia, porque mirá que los busco y nada, che!, están ahí, en la memoria, cada tanto se me aparecen en una ráfaga vertiginosa y desaparecen, el café de ahora no tiene ese mismo aroma, menos la espuma y los desodorantes no se fabrican más, ni radio mitre, ni Magdalena son aquellas, lo peor, lo terrible es asumir que yo no soy aquel! Bueno me fui siempre me pasa que me voy, pero cuando me doy cuenta vuelvo, decía que teníamos una practicante, y bonita!, recuerdo lo que nos enseñaban en la escuela de comercio, de entrada la carta epistolar, seguíamos con solicitud, con cartas comerciales, para variar análisis sintáctico de oraciones!
Saben qué? Más acá en el tiempo, convertido en estudiante de nivel superior, deseaba para cuando terminé mis estudios llegar a enseñar allí, el instituto era una suerte de “Meca” claro, quería trabajar allí, soñaba con ello. Me recibo en el mes de agosto y ya en el mes de septiembre de ese mismo año, me llaman del Instituto, a René lo becaron un mes en un proyecto en Cuba y me tocó suplirlo en algunas horas, era todo un desafío porque me convertí en el profesor de mis compañeros, prueba superada! Ya en las últimas clases de aquella suplencia, salgo del curso camino por el pasillo, la encuentro a Adela, me saluda sigue su dirección, yo la mía, al momento que escucho “Pará, Seba!” Vuelvo hacia ella, y ella hacia a mí: A vos te necesito, te animás a agarrar unas horas de Competencia Comunicativa, en Samuhú? Interinas, eh? Juro que no dudé, ahí nomás dije que sí! Rápidamente llegué a la “Meca”. A todo esto, mis deseos por entonces era poder estudiar en la Universidad! Legitimar conocimientos académicos. Así que, me anoté para una beca de posgrado que convocó el INFoD, envío los papeles, a soñar con estudiar en “la tierra mística”, al mes recibo un mail, cerca del mediodía, del INFoD, en el cual me preguntaban por el número de caja de ahorro, una cosa así, yo decía la pegué, para qué quieren el número de caja si no me van a becar? Todo indicaba que sería un becario de la UNR, entonces salí a todo trapo de casa al banco, llego hablo con un empleado bancario, le pregunto por esos números que me preguntaban en el mail y de la alegría y felicidad comencé a contarle que me becaron para una maestría, etc. El tipo, pobre!!! Qué podía importarle a él?, se esforzaba por empatizar, yo me daba cuenta de tal esfuerzo, pero poco me importaba su devolución, solo quería contarlo, expresar mi felicidad! Dicho y hecho, envío un mail con el número al INFoD, a las dos horas responden confirmándome la beca!
Me volé de nuevo, pero vuelvo para terminar ya, el caso es que hay movimiento, hay desafíos, de eso nomás se trata parece, andamos de un lado para otro, quizá esto no sea más que una excusa para escribir ciertos episodios, ahí vamos por la vida, a decir de Fito “y eso que espera en tu corazón, y eso que espera salir, y eso que espera en tu corazón tal vez te hará feliz” ♫ ( escribí de un tirón, exijo una suerte de licencia poética)