jueves, 4 de agosto de 2016

Time, trompos, repeticiones y otras yerbas.


"[…] en una palabra, la extensión tranquilizadora de una economía. El escritor no saca nada de ella en definitiva: la lengua es para él más bien como una línea cuya transgresión quizá designe una sobrenaturaleza del lenguaje: es el área de una acción, la definición y la espera de un posible” Roland Barthes. Grado cero de la escritura.

Luego de las dos semanas de vacaciones se me vinieron encima los trabajos pendientes, atrasados, retrasados. Sorteado el escollo, la actividad laboral volvió a su cauce “natural”. Reuniones, planificaciones, entrevistas y mesas de exámenes. Primero, transcurrí en los días de vacaciones en un constante navegar, en ir a fondo ¿Cuál? Introspección: revisar-me, indagar-me, preguntar-me. Todos estos días los tildé no sólo de necesarios, quizá insuficientes, pero desde el punto que partí y al que llegué fue todo un recorrido significativo… muy. Las experiencias [me] las valoro como también la experiencia de las lecturas de Lacan y del psicoanálisis para llegar a conclusiones a  escribirlas entre otras... en pleno escriturario con sus contingencias, a propósito: “Los escritos sobre la escritura han señalado diversos caminos de reflexión: la escritura como la adquisición distintiva de la vida del hombre, logro y, a la vez, sentencia, pero también como la diferencia que marca la diferencia en relación con el pasaje de la naturaleza a la cultura, como aquello que tiene importancia por su carácter consusntancial con la estructuración del sujeto, así como las marcas simbólicas esciturales que condensan la determinación misma del viviente por el símbolo, hasta los avatares que han sufrido todos los textos para ser legibles” Jussara Teixeira- Rolando H. Karothy. Del prólogo de Contexto y psicoanálisis. Escritura. Dentro de esta conceptualización más o menos amplia de escritura me inscribo para narrar, algo de lo que me pasó y lo actualizo en este escrito como una ‘marca’, como ‘logro’ y ‘sentencia’, como algo que me ‘estructura’ en tanto sujeto y que presento lo indecible volcándolo desde el escribir a la hoja de la hoja al pasaje para que se vuelva y sea ‘legible’. Aunque, voy a interrumpir las lecturas lacanianas, no por que las haya comprendido sino más bien porque el interés ahora se centra desde otra perspectiva y esto no quiere decir que lo haya abandonado a Lacan y su psicoanálisis, claro que lo consultaré de tanto en tanto, sobre todo porque sigo leyendo con cierta in-formalidad el campo disciplinario: psicología. Le toca el turno ahora a Jerome Bruner, desde ya espero con entusiasmo la llegada de sus libros, ya que, la compra la hice por internet  a una librería de Buenos Aires, porque acá esos libros no se consiguen, “La Fábrica de Historias” y “Realidad Mental y Mundos Posibles”, claro que esto será acompañado como siempre con la lectura de Roland Barthes, ahora, “El grado cero de la escritura”, entre otros.
Por caso quería contar, que ayer tenía que asistir como vocal a una mesa de examen correspondiente a la materia Introducción a la Literatura y Crítica Literaria, materia que se desarrolla en el primer año de la carrera del Profesorado de Lengua y Literatura. Nos encontramos con la profesora N., armamos la mesa, los estudiantes “en capilla” como estilaban  decirlo los estudiantes de  antes, como quien rezándole a la virgen o a Dios para obtener un buen resultado en el examen, era alrededor de las 19:00. Seis, siete chicas más un chico, esperaban a que diéramos inicio a la mesa de examen. Así fue. Se presentó la primera, expuso sus conocimientos, salió bien, pasó la segunda hizo lo propio pero no llegó a salir bien, luego de su exposición la profesora hizo algunas preguntas y ahí no pudo responder con precisión y claridad. Salí a entregarle a esta estudiante su libreta con la nota. Ella ya había percibido que no alcanzaría la acreditación de la materia, lo percibí su mirada, sus ojos lagrimosos, mirada con cierta impotencia. A su turno pasa el chico, a decir verdad, este estudiante me llamaba la atención, por  la lentitud de su exposición, entre palabra y palabra el tiempo se detenía, quedaba estático, hasta que él rompía de nuevo el silencio con una sola palabra y así, también salió mal. La profesora dio las indicaciones para el próximo turno. Y Pasa otra estudiante que es acá donde me quiero detener. Comienza su exposición, desarrolla su tema, no miraba a la profesora, tampoco a mí, su mirada estaba como perdida, buscando quizá en el recuerdo de lo que habrán sido sus horas de estudios,  las imágenes de sus apuntes, del libro, buscaba las palabras hasta que las encontraba si bien es cierto que con cierta dificultad, pero  las encontraba. Al ver esto y luego de unos diez minutos la profesora la interrumpe con una pregunta, la estudiante no la responde, hace otra, luego otra y todas el mismo resultado, solo movía sus labios en silencio. La profesora le dice que va a tener que volver a preparar su exposición, y ahí se le vino el mundo abajo, se derrumbó, yo que hasta ahí sólo observaba, la miraba y veía que ella hacía fuerzas para no romper el silencio, en llanto. Hasta que no pudo más, esta vez ella interrumpió a la profesora que daba indicaciones del por qué había salido mal, que generalidades, que imprecisiones, etc, y claro la profesora tenía razón. Pero cuando la estudiante rompió en llanto,  ver sus lágrimas que caían lentamente, por su mejilla, la profesora se silenció, con el llanto vinieron sus palabras: “siempre me pasa esto” ¿El qué? ¿Qué es lo que te pasa siempre? Preguntó la profesora.  Siempre salgo mal, contesta la estudiante. A lo que replica, la profesora “¡pero si esta es la primera vez que rendís conmigo!”, La estudiante, no, pero yo hablo desde que comencé la carrera,  en todas las mesas que me presenté en todas las materias salí mal, sólo una acredité. El profesor X me dijo que no me dé por vencida que siga. La profesora le dice “Mirá eso es asunto que sólo vos lo podés resolver, tendrás que ver si es esto lo que vos realmente querés. ¿Vos querés seguir esta carrera? Sí, sentenció, la chica, esto es lo que quiero. Ahí aproveché a meter un bocadillo y le dije, si es esto lo que vos querés, entonces, no hay ningún problema, por ahí tus tiempos son otros y vos al compararte con otros/as estudiantes ves que van más rápido y la rapidez no es un asunto indispensable a tu deseo de ser profesora de Lengua y Literatura. Me escuchó, luego,  ya más calma porque vio que la profesora tenía cierta predisposición a ayudarla. Salió del curso. En eso,  la profesora empieza a mirar, a repasar las notas de las materias que había rendido. Unas seis más o menos. En la mayoría había un dos. ¿El dos la seguía o ella perseguía el dos? Se había derrumbado en llanto como un impasse a esa repetición… "La repetición tiñe toda búsqueda y determina a priori el destino de todo encuentro (…) Todas las situaciones básicas de la vida son sin retorno. Para que el hombre sea hombre, tiene que atravesar la imposibilidad de retorno con plena conciencia. “Beberla hasta el fondo””  (Couso. Memoria de lo que no fue). Esta estudiante, perseguida-iendo, por ese dos, un dos marcado a fuego en su memoria que se repetía una y otra vez, mientras observaba la situación, yo pensaba que su tiempo había quedado ahí estático girando como un trompo que atraía todos sus otros "fracasos" que atraía el dos. Un punto fijo del cual no podía salir ( o no puede, no lo sabemos) ya que sus mecanismos de comprensión un tanto sesgados, fragmentados, fija, liga en-a su memoria como una práctica de un constante retorno, el llanto llamó a su consciencia y de ahí se hizo responsable “siempre me pasa lo mismo”. Ella es el eje no los demás, por tanto tendrá que mirar con otros lentes, encauzar, focalizar en cómo la referencia esa, de  la cual salió bien y no de las cuales salió mal. Porque, los relatos en definitiva nos cuentan de que es posible porque antes hubo otros que lo hicieron posible, a pesar de los condicionamientos y adversidades.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Narrar ...es peligroso

1. Narrar es un acto interpretativo que hace del relato una versión de una vida humana o de una comunidad cultural
2. Narrar es un acto intencionado que vehicula una pragmática comunicativa potente
3. Narrar es el arte de transgredir lo banal para convertirlo en epifánico
4. Narrar es pensar y promover mundos posibles y proyectos de vida realizables
5. Narrar es la forma privilegiada del ser humano para construir su identidad
6. Narrar es una actividad que modela la mente del ser humano
7. Narrar es una actividad que modela la experiencia del mundo
8. Narrar es una forma de aprehender y dar sentido a la realidad
9. Narrar es un arte connotativo-simbólico cultural
10. Narrar es uno de los modos de conocimiento humano que necesita complementación
11. Narrar es una actividad intersubjetiva radicalmente cultural
12. Narrar es una actividad peligrosa
La fábrica de contar historias- Jerome Bruner