Vos
creés que te jodió la vida, vos creés que todos los padres le cagan la vida a los hijos,
vos no, con vos no, vos sos la excepción. Hay quienes dicen que es mejor olvidar. ¿Vos sabías
que quiero olvidar? ¡Vos sabés qué lindo sería! A vos te rebrota como musgo en
las paredes húmedas una y otra vez. Leés a Silvina Ocampo y sus versos se
reproducen en tu biografía: “Se llega a un lugar sin haber partido/ de otro, sin
llegar.” Pero, ¿cuántas biografías tenés, cuántas creés? Sos el raro, el chapa,
el ciclotímico, el depre, el irrespetuoso, el impredecible, el boludo y la
lista es larga. Te quieren definir. Todo el mundo busca una definición. Me
acuerdo cuando le dijiste a ese estudiante que no podía definir el concepto de
oración. Muy tranquilo le señalaste. Mire cuando alguien le pregunte una
definición. Ud no tiene que hacer otra cosa que decir que es un conjunto. Le
preguntan por la definición de oración, pues diga un conjunto de palabra, por
una de amor, un conjunto de sentimientos, por una de música un conjunto de
notas, por literatura un conjunto de recursos estilísticos ¿Ves? La palabra
conjunto siempre va en la definición además a los profes le gusta esa palabra:
conjunto, nadie sabe bien lo que es pero gusta, sobre todo funciona, dedíquese a
lo que funciona. Pero no vos creés que te jodieron la vida, pero la vida fue
generosa con vos. Me contás cómo empezaste? Te cuento desde el momento cero
anterior y en la voz de la pendeja calentona que luego de esa noche me convertí
en Mateo:
20
de febrero de 1975, San Isidro, Buenos Aires
Lo
conocí en el Bar Imperial, Él estaba en la barra, tendría unos treinta y
tantos. A mí me había gustado su nariz, además tenía una sonrisita picarona. Me
fui hasta la barra. Lo saludé. Él miró, apenas sonrió, dijo:
-No
vendo bebidas alcohólicas a menores de edad- en ese entonces yo tenía dieciséis
años años. Contesté-no necesito a que mi padre me diera permiso para tomar algo.
Entonces
él sonrió, me pasó su Whiski, luego fueron dos, tres. Y así me encontró el sol
al otro día desnuda y con dolor de cabeza en una pieza rancia cuyo olor a
humedad no hacía más que darme arcadas.
Una
madrugada vino al conventillo, golpeó la puerta de mi habitación. Abrí ¿qué
hacés vos por acá?- pregunté.
-Dormí
todo el día por ahora no pude pegar un ojo en la almohada.
-¿Y
qué te creés que soy la chica clonazepam?
-No,
eso lo decís vos, vine a visitarte.
-¿A
visitarme, a las tres de la madrugada? ¡Vamos… que no soy ninguna boluda!
-Bueno,
la verdad es que necesito relajarme.
¿Y
quién pensás que soy, la mina que se levanta a las tres de la madrugada y dice
che, me voy a preparar porque seguro que Él durmió todo
el santo día, porque no trabaja para nadie, está al pedo siempre, entonces de
noche el mozo anda ansioso y vendrá a visitarme a las tres de
la madrugada, entonces sólo tengo que esperar que golpee con su llave la puerta, de mi departamento tres veces para que
yo sepa que viene Él, a quien le tengo que dar una buena mamada para que el
señor se relaje?
-Por qué sos así, boluda si sabés que te quiero y si pudiera...
Dale,
vení acostate abrazame fuerte…muy. Boludo…te extraño, no sé en qué te metés…y a
mí me tenés acá febril todo el tiempo…