sábado, 10 de diciembre de 2016

Nocturno 3


Vos creés que te jodió la vida, vos creés que  todos los padres le cagan la vida a los hijos, vos no, con vos no, vos sos la excepción. Hay quienes dicen que es mejor olvidar. ¿Vos sabías que quiero olvidar? ¡Vos sabés qué lindo sería! A vos te rebrota como musgo en las paredes húmedas una y otra vez. Leés a Silvina Ocampo y sus versos se reproducen en tu biografía: “Se llega a un lugar sin haber partido/ de otro, sin llegar.” Pero, ¿cuántas biografías tenés, cuántas creés? Sos el raro, el chapa, el ciclotímico, el depre, el irrespetuoso, el impredecible, el boludo y la lista es larga. Te quieren definir. Todo el mundo busca una definición. Me acuerdo cuando le dijiste a ese estudiante que no podía definir el concepto de oración. Muy tranquilo le señalaste. Mire cuando alguien le pregunte una definición. Ud no tiene que hacer otra cosa que decir que es un conjunto. Le preguntan por la definición de oración, pues diga un conjunto de palabra, por una de amor, un conjunto de sentimientos, por una de música un conjunto de notas, por literatura un conjunto de recursos estilísticos ¿Ves? La palabra conjunto siempre va en la definición además a los profes le gusta esa palabra: conjunto, nadie sabe bien lo que es pero gusta, sobre todo funciona, dedíquese a lo que funciona. Pero no vos creés que te jodieron la vida, pero la vida fue generosa con vos. Me contás cómo empezaste? Te cuento desde el momento cero anterior y en la voz de la pendeja calentona que luego de esa noche me convertí en Mateo:
20 de febrero de 1975, San Isidro, Buenos Aires
Lo conocí en el Bar Imperial, Él estaba en la barra, tendría unos treinta y tantos. A mí me había gustado su nariz, además tenía una sonrisita picarona. Me fui hasta la barra. Lo saludé. Él miró, apenas sonrió,  dijo:
-No vendo bebidas alcohólicas a menores de edad- en ese entonces yo tenía dieciséis años años. Contesté-no necesito a que mi padre me diera permiso para tomar algo.
Entonces él sonrió, me pasó su Whiski, luego fueron dos, tres. Y así me encontró el sol al otro día desnuda y con dolor de cabeza en una pieza rancia cuyo olor a humedad no hacía más que darme arcadas.
Una madrugada vino al conventillo, golpeó la puerta de mi habitación. Abrí ¿qué hacés vos por acá?- pregunté.
-Dormí todo el día por ahora no pude pegar un ojo en la almohada.
-¿Y qué te creés que soy la chica clonazepam?
-No, eso lo decís vos, vine a visitarte.
-¿A visitarme, a las tres de la madrugada? ¡Vamos… que no soy ninguna boluda!
-Bueno, la verdad es que necesito relajarme.
¿Y quién pensás que soy, la mina que se levanta a las tres de la madrugada y dice che, me voy a preparar porque seguro que Él  durmió todo el santo día, porque no trabaja para nadie, está al pedo siempre, entonces de noche el mozo anda ansioso y vendrá a visitarme  a las tres de la madrugada, entonces sólo tengo que esperar que golpee con su llave la puerta, de mi departamento tres veces para que yo sepa que viene Él, a quien le tengo que dar una buena mamada para que el señor se relaje?
-Por qué sos así, boluda si sabés que te quiero y si pudiera...


Dale, vení acostate abrazame fuerte…muy. Boludo…te extraño, no sé en qué te metés…y a mí me tenés acá febril todo el tiempo…