Había entrado a tu vida de manera especial, tan especial como
meterse el dedo en la nariz, o hacer un bollito de papel, o tener un orgasmo. Para ella vos eras
predecible, lo que no vos con ella. Vos no hacía otra cosa que sincerar tu
aburrimiento en el senet de tus días. Había pasado tantas veces delante de tu vista que
nunca advertiste su presencia, el script de la doxa y la paradoxa no te dejaban
ver lo que tenías para ver. Hay quienes dicen que el placer como quien uno está con su objeto amado pero piensa en otra cosa. Y es así que como vos
acostumbrado a ver las mismas imágenes, las de ella eran tal cual te picase un
mosquito. La diferencia que comprende entre la primera picadura y la décima. En
la treta que el mosquito se aplaste en la mano de un humanoide o escape a otra
vena resulta de la misma importancia ¿o hay alguien que persigue a un mosquito
que no pudo matar? ¿En todo caso aunque lo siguiese estarías seguro de que era
ese el mosquito? Es como buscar la
diferencia entre un estudiante excelente y uno aún más. Muchas veces hay que
mirar el recreo. La historia se
constituía en la diferencia, pero no la de Sissa, Dahir y Shiram. Sería como
estar ligado a la producción de los granos de trigo (o como cuando lluvió lo preteriso
perfectible y simplemente del infinitivo lluviar), entre gota y gota hay que
saber no mojarse. La clave siempre fue matemática había dos y había cuatros. La
elisión del paisaje en mostrar lo diferente en lo desconocido no serrar la rama
sobre la cual uno está apoyado, como en el fútbol siempre hay estilo,
repeticiones de formas y de fórmulas hasta que se introduce la irrupción. Podría
volver a decirte, podría repetirlo, volver a un paroxismo amatorio, dulce quimera,
descriptiva: que te enredes con las telas de la noche esperando su derroche,
desliz sobre tu y su cuerpo con intensos fogoneos que quiebran en burbujeo,
zigzagueo, en coqueteo. Se les infiltra
el jadeo. Hay baboseo, los labios se queman. Rompen los quejidos de
la noche, latidos tras latidos… y aunque la lluvia es corta y a chubasco esos cuerpos hoy no
son más que dos asesinos..
miércoles, 21 de diciembre de 2016
martes, 20 de diciembre de 2016
Nocturno 4
Seguís sin dormir, si te viera tu mamá, te diría: hasta
cuándo, nene, vas a seguir así! Dormí, nene… Ella cree que todo es cósmico que no hay
otro orden más que el místico, el orden divino, su fe en dios, el voluntarismo.
Te acordás cuando vos tenías veinte años y transitabas por esa angustia
perturbadora que no te dejaba en paz y ella cuando te veía en esas largas horas
de la siesta en las que pensabas y pensabas, te decía, andá a misa!, y ahí se te va a
pasar toda esa locura. Qué hermosa mujer tu mamá, Mateo. Y Vos ahí, sentado
bajo la sombra de la mora, pucho tras pucho, crisis tras otra, en medio de tus turbulencias
la mirabas en silencio como contemplando un desierto sin un horizonte fijo para tus vertiginosas emociones, para tus odiseas
existenciales, ningún acervo de respuestas, todo dudas, todo interrogantes.
Asociaciones y asociaciones, conexiones de imágenes que centrifugaban tu
cabeza. Te cambiaron la medicación,
reemplazaste tu quita penas: Alplax, por Clonagin, Clonazepam, el médico te
dijo cinco gotitas a la siesta y cinco a la noche antes de dormir, cumpliste a
rajatabla, sin embargo, ya no te hace efecto o sí pero no el deseado. Ahora te
acordás cuando le dijiste a Carlitos que vos no tomabas Rivotril, porque te
volvía muy sensible, que mirabas boxeo y lloriqueabas porque veías dos personas
que se pegaban golpes. Las carcajadas de Carlitos, insuperables, las horas de
bar interminables, las horas de literatura, hasta Remo Erdosain se sentaba a la
mesa con ustedes, pero esa misma noche también, él te dijo vos sos sensible,
Mateo, hágase cargo de su existencia, decía. Justo vos tenías unas conchas de
caracol en el bolsillo del pantalón y se la pusiste arriba de la mesa del bar.
Le dijiste somos sensibles por dentro y por fuera nos ponemos duros como una
concha para la defensa, quedó pensando
en la metáfora. Vivimos por dentro como los caracoles, escondiéndonos, nos
alimentamos del barro de la burguesía, del barro de la historia, o vos te
pensás que hay historia en la historia, hay más historia en la literatura que
en la historia misma. Él leía la historia como literatura y a la literatura
como historia…Se desvanecen esos recuerdo y a vos te gira otra cosa, saltás de
ahí deseando de que se terminen las clase, ya te perturba andar en esta zona, querés
tirar todo, trabajo, medicamentos, vaciarte de toda la carga. Pero te duchás,
prepararás el café, dos rodajas de pan lactal que untás con queso blanco, arriba un poquito de azúcar
y ya a escuchar los exámenes: cuarenta veces “La alfabetización académica es un
conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura
discursiva disciplinar”. Cuarenta biografías que a su vez se multiplican cada
una por cantidad de conocidos, todo y cada uno dice algo del otro y ya lo
tipificó, y cada uno lee desde su biografía sin embargo todos repiten y repiten.
Cuando te tipifican, ay cuando te tipifican y sin embargo vos también.
domingo, 18 de diciembre de 2016
Diurno- sesión 7
Anuncié mi llegada y me senté a
esperar. A los diez o quince minutos se abrió la puerta del consultorio, sale
una chica de unos veinte años, cruzamos miradas, también sonrisas, de esas
cómplices.
¡Hola, Mariana! ¿Cómo estás?
Mateo, sentate. Mirá quería disculparme
pero me había salido de improviso el viaje que te comente por mensaje, el
martes pasado, así espero me las aceptes.
-Sí, Mariana. No pasa nada. Está
bueno también, pensarse para sí y no para otro…no sé trato de encontrarle
cierta explicación, nada más.
-¿ay, Mateos! Para vos todo tiene
que tener una explicación?
-No lo sé, sólo trato de buscarla
en todo lo que yo haga.
-Bien, contame.. cómo te fue en
todos estos quince días.
-Recién, cuando salí, tu paciente
me miró y se sonrió, yo hice lo mismo.
-Ahh, ¿ mirá y se conocen?
-No, lo traigo sólo porque yo la
otra vez te dije que jugaba un poco con eso de “lo anormal” y parece que
encontré compañera de juego, digo con la chica que salió… ese momento fue muy
de complicidad…
-jajajaj ay, Mateo, sos terrible!
Me abstengo de hablar de mis pacientes, pero si vos le encontraste ese sentido,
déjalo ahí. Decime..
Silencio
-Tengo mucho para decir.
-Me imagino hace quince días no
nos vemos.
-Puedo titular la sesión de hoy.
- A ver, ¿cómo sería eso?
-Todo lo que hacemos acá es
hablar, hacemos textos, entramamos-desentramamos, entonces cuando venía para
acá, pensé que estaría bueno ponerle un título a todo lo que hablásemos hoy.
-¿Entonces, cómo lo titularías?
-Agarrate fuerte: la sesión de
hoy la título “Mi problema con las mujeres”
-jajaj, bien, lindo título.
-Para una novela, jajaja
-Bueno y contame, entonces por
qué el problema de las mujeres
-La otra vez, yo te había dicho
que quería hablar de…
-Alexia
-Exacto, bueno como no dio para
más el tiempo dejamos para el martes pasado con lo cual suspendida la sesión lo
traigo hoy de nuevo. Yo te había dicho que le había escrito un wasap y que
nunca respondió, ¿te acordás?
-Sí, sí.
-Bueno, cuando ello ocurrió me
brotó cierto desconcierto, que luego se fue transformando en una suerte de
bronca y enojo, entonces decidí salir de ahí, dejar de pensar en ella o algo
así, “el trompo” finalmente se inclinó para un costado y paró, dejé de boyar y de
buscar boya en ella y decidí contactarme con otras chicas, así que abrí el chat
de Facebook, antes siempre miraba lo que pasaba por ahí pero a chat cerrado,
empecé a mirar los contactos que había en línea, en eso veo a Valeria, esta
chica muna vez hace dos años maso se me había largado, me había dicho que tenía
onda conmigo.
-Mirá, qué bien!
-Sí, me pidió que la ayudase con
un trabajo, cosas así así que le dije que la esperaba en casa fue a la siesta,
más tarde antes de que ella se fuera ahí se largó, pero esa vez yo la dejé
pasar. Dije que otra vez podíamos encontrarnos, tomar algo a la noche, en un
plan más tranqui…. Me dijo que sí, le
mandé un par de mensajes y nada nunca pasó nada por nunca más vino. Después
supe que se había juntado y que había quedado embarazada, hasta ese día que la
vi en Facebook.
-Mateo, ¿ por qué no pasó nada
ese día? ¿Digo porque no concretaron?¿Te gustaba, Valeria?
-sí, sí…linda…muy…lo que ocurre
es que yo no me la esperaba, o sea, tengo mis tiempos, no es de inmediato lo
mío, tiene que madurar
-¿Cómo una fruta?
-Y más o menos
-Digo, el deseo…
-Sí, tengo amigo que para ellos
es más fácil las cosas. Una mina le cierra un ojo y ellos se excitan y ya van y
garchan, les guste o no, lo mío es más del orden, como vos decís, del
deseo, si no me genera algo, la dejo
pasar, me pueden guiñar el ojo, se pueden poner en bola frente a mí pero si no
me va, no me va, yo soy el que selecciono.
-Eso, está muy bien, ser sujeto
deseante.
-Un poco boludo ¿no?
-No, boludos son tus amigos que
no indagan su deseo, y le meten a lo que
esté en frente.
-Sí, si lo miramos desde esa
perspectiva.
-¿de qué otra se puede mirar?
-No lo que quiero decir es que no
lo había pensado, actúo así, a veces muy en piloto automático.
-Bueno, pero insisto está bueno porque
no te dejás llevar, y te dejás llevar por el deseo.
-Sí, eso sí. Bueno el caso es que
le escribo y ella responde. De entrada, le pregunté si estaba en pareja. A lo
que me respondió que no, que eso era un bardo, estaba todo mal. Entonces ahí
nomás la invité a comer algo en casa. Accedió, pero me dijo que espere unos
días porque bueno, trabaja y más con su hijo y cosas así tenía que encontrar un
tiempo disponible. Le dije que no había apuros, pero al otro día nomás me
escribió diciéndome que iría el viernes a eso de las 23:00. Así que sucedió
ello, fue a casa, comimos pizza. Estaba muy flaquita, se le notaba que no eran
buenos tiempos para ella, su físico le pasaba factura. Bahh, linda pero había
algo en su cuerpo, en su rostro, su postura corporal me brindaba señales de que
bien no la andaba pasando. Esa noche, decidí escucharla, primero no me quería
decir nada, hasta que se largó, su pareja la había molido a golpes, de hecho le
había quedado el estigma. Me acuerdo que una vez leí por ahí una cita que decía
“cuando alguien golpea a otro no es al cuerpo al que le quiere dar”. Pero ahí estaba
la marca que la desacreditaba, en el cuerpo. Luego también comentó que todavía
la molestaba, por la hija, por ella, que era celoso, y esas cosas…un rato antes
de que ella se fuese volvió sobre esa vez que nos encontramos, y me dijo que la
onda estaba y que siempre estuvo. Nos besamos ahí qué sé yo…pero no pasó más que eso, prometimos volver a vernos,
así nada. Ahh, lo que me olvidaba de contarte, justo en plena charla con
Valeria, recibo un mensaje, Alexia, sonreí cuando vi ese mensaje porque el
orden cósmico hacía lo suyo.
-Mirá vos, y qué hiciste con el
mensaje.
-No, no lo contesté más.
-Y, ¿cómo quedaron con Valeria?
- Bueno resulta, me hacía un poco
de ruido, sobre todo si el loco, su pareja andaba detrás de ella, me había
ganado un quilombito importante, qué sé yo cómo puede actuar un tipo así.
-Y, ¿vos cómo andás con los
celos?
-Yo, no nada, no le doy bola…no
es que no sea celoso, aprendí a salir de ahí, simplemente, no demuestro o al
menos no trato de demostrarlo, lo menos
posible, pero también tiene que ver con qué persona, hay matices para mis celos.
-Bueno ¿qué pasó?
-Nos vimos un par de veces más.
Me di cuenta de que ella buscaba tener la espalda ancha, recostarse sobre mí.
-¿por?
-La última vez, fue a casa
tomamos cervezas, empezamos las caricias, beso y cosas así. Hasta que en lo
mejor estalló….con un ¿vos pensás que soy una trola? A lo que le respondí no,
no pienso así, pero no de vos de ninguna mina, digo si lo que se quiere es
pasarla bien eso no te convierte en trola, no es una categoría con la que me
manejo. Ella, casi enojada, yo sí!, así que vamos despacio. Ahí me dí cuenta, le
dije que sí, todo bien, por dentro dije nos vemos en Júpiter. Así que, se fue
hasta el día de hoy no supe más de ella.
-Sí, y vos decías que ahí te
diste cuenta ¿de qué?
-Eso, que yo era una alternativa real
para ella, en caso de que se estrellen los planetas, el sol se acercase a la
tierra o se congele el planeta, jajajaj y en caso de que ello ocurra ahí recién
lo iba a pensar.
-jajaja. Bueno no pienses, así.
No sabemos bien cuáles son las circunstancias reales. Pero bien, decidiste, eso
vale.
- Bueno, esto no termina acá. La
voy a hacer corta. Estaba el otro día en la escuela, en eso veo una profe, se
me hacía conocida, de algún lugar. Yo
estaba con una colega, Fernanda hablando ella se acercó, saludó y no sé qué
dijo. Me había acordado que yo a esa profe la conocí en un curso, una
capacitación. Y fue así, ese día hacía un frío que te congelabas. Yo salí del SUM de un colegio
que era donde se hacía la capacitación, alguien me siguió y dejó la puerta
abierta. Yo, prendí mi pucho al costado y me quedé ahí. En eso, la mina esta me
dice algo, yo desde afuera repregunté. Ella, me dice muy enojada ¡Cerrá la
puerta!. Yo, me sonreí y le dije cerrala vos! Muy furiosa, se vino la cerró,
zás!!!El ruido del portazo! Yo no le dí importancia, más adelante en la jornada
nos cruzamos un par de veces más, ella
insistía en mostrarme su enojo, me miraba mal. Yo pensé que eso que
estaba sucediendo era algo del orden cósmico, porque para el colmo, estaba
buena, es decir, la había visto linda, y que ahí estaba jugando el azar. Al
final algo de razón tenía porque no habíamos vuelto a encontrar, pero esta vez
ella en lugar de insistir en mostrar su enojo o rencor, se mostraba simpática,
y quería conectar. Yo, como siempre algo indiferente. Pero le pregunté a mi
colega, cómo se llamaba para buscarla en Facebook. Fernanda, me dice, eh?,
sorprendida. Sí, qué tiene. Ella me responde, no nada qué sé yo…Y bueno, me vas a decir o no, le
dije. Sí, boludo buscala como Melina Rodríguez, y así fue. La busqué, y ya me
puse a mensajear. Intercambiamos números de celular y de ahí pasamos a wasap…
la invité a charlar a casa, me dice que no que ella no iba a la casa de nadie,
y ese tipo de cosas, entonces me ella me dice donde vivía, supuse que quería
que yo fuese a su casa y no al revés, charlábamos mucho por wasap, ella decía
que le gustaba conversar conmigo. Yo le contestaba que también. Hasta que en un
momento, eso fue la semana pasada me envía un mensaje, preguntándome qué hacía.
Le contesté que estaba haciendo un trabajo para un postítulo lo cual era
cierto. Dejé lo que estaba haciendo y me puse charlar con ella. Todo bien hasta
que me dice, hoy está lindo para ver una película, está fresco…yo te invitaría
si no fuese muy tarde. Entonces, lo que para mí era una invitación, le
constesté que sí que era muy cierto es tarde, yo no iba a mover de casa.
-A ver, paremos ahí ¿vos decías
que para vos era una invitación, que Melina te gustaba por qué no fuiste o por qué no le dijsite que
sí que estaba lindo para ver, ponele la película?
-Mariana, fue y no una
invitación. Le saqué la ficha. Ella estaba averiguando hasta dónde yo me sentía
movido por ella.
-¿seguro?
-Muy…
-De hecho, yo la había invitado
como te dije a casa, luego una vez le pregunté si estaba en su casa que yo
andaba cerca, y me dijo que ya estaba acostada y cosas así. Me dio la impresión
de que no estaba conforme con su cuerpo.
-¿por?
-Intuiciones.
-¿Pero y qué tenía su cuerpo?
-Para mí, nada…pero bueno antes
te dije intuiciones que no son más que ellas no es más que conocimiento, y
había cierta recurrencia indirecta en las charlas a su cuerpo. En fin…
-Bueno, con estas dos chicas…
-No pará hay una más, al menos de
las que quiero hablar hoy.
-Bueno, Mateo, pero estás girando
sobre los demás ¿y vos?
-jajaj, Mariana, ya te titulé la
sesión, jajaj.
-Cierto, me olvidaba.
-Es algo gracioso.
- A ver…
-Estaba el viernes en la
verdulería. En eso entra Anabella, una
chica que conocí la conocí en tuiter.
-Mateo y las redes sociales.
-Y sí, viste hay un antropólogo lingüista
o algo de eso, dice que “estamos amordazados por la cultura” Bueno, ahí en eso
andamos.
-jajaj qué bueno eso. Contame
-La vi decía en la verdulería, yo
justo salía así que nos miramos y el cruce de miradas quedó flotando como una
nube espesa. Como te dije, la tenía en tuiter, en Facebook, en Instagram y toda
red que existiese, jajaja. Un día esto hace mucho. Limpié ciertos contactos y
como con ella no interactuaba la saqué de todas las redes. Entonces ese día no
bien entré en casa le envié una solicitud de Facebook. Al rato ya había
aceptado, así que le envié un mensaje. Contestó. Así que comenzamos a hablar y
ya intercambiamos números de teléfonos. Ella tiene su pareja.
-Ahhh, mirá… ¿entonces?
-No nada, un dato objetivo,
jajaja. Bueno el caso es que el sábado le pregunto qué hacía, por wasap. Ella
me contestó que estaba mirando una porno.
- A ver, ¿eso te dijo?
-Sí.
-Ya me imagino al lacaniano,
Mateo, qué le contestaste.
-jajajaj. No no es lo que pensás.
-Mateo, qué sabés lo que estoy
pensando.
-Mariana, lo sé…me dijiste
lacaniano.
-jajaj, sos hermoso.
-A veces, ajajaj. Bueno el caso
que yo a ese mensaje lo tomé como que la piba me estaba tomando el pelo.
-¿Cuántos años tiene?
-No lo sé…veinte….veinte y pico…
-Bien, nunca una de treinta y
pico, ¿no?
-sí porqué ¿no? No se da o está
casadas jajaja
-vamos… bueno ¿qué le contestaste?
-Bueno como te decía, ella me
tomó el pelo, entonces le pregunté ¿y qué tal el argumento?
-¿qué?
-Y sí, qué argumento va a tener
una porno! Ajajja
-jajajaj
-Ella me dice, no lo sé pero es excitante.
Yo, desvié la conversación. Eso era a las tres y media de la tarde. Al rato me
dice, que me dejaba, o sea, dejaba la conversación porque se iba a laburar.
-Bien ¿y en qué quedaron?
-Nada, me estaba boludeando.
Quería que prendiera en eso del porno. Además, le dije que me estaba
boludeando. Ella, me preguntó por qué creía yo que me había pasado el número de
ella y esas cosas…bueno quedó ahí, en nada.
-Mirá, Mateo. Lo importante acá
no es si te boludean o no. Siempre es qué es lo que vos querés, los o en este
caso las demás, pueden hacer lo que se les cante y está en vos que se lo
permitas. ¿Qué querés?
Silencio
-Hay alguien que dice en una poesía, bastante
floja pero para mí tiene significatividad un verso que dice “como el deseo de
seguir narrándote”. Creo que es lo que mejor define a lo que quiero en este
momento, escribir, escribir-me.
-¿Vos te estás escribiendo o te
estás dejando escribir? Te lo pregunto, porque estás buscando laberínticamente
ciertas historias que no tienen sentido, quedan ahí. Alexia, Valeria, Melina,
Anabella, ¿vos no eras acaso que seleccionabas?
-El mundo es complejo para todos,
lo que quiero es escribir en su complejidad, en clave actual, para eso necesito
parasitarme de estas historias, sin sentido, claro. ¿Acaso la evanescencia y lo
efímero no son características actuales?
-¿Te gusta el riesgo, eh?
-No podría vivir ni escribir de
otra manera.
-Bien, Mateo. Terminamos la
sesión ¿El martes a las 16:30?
-Sí, no hay problemas.
-Te espero. Que sigas bien.
-Nos vemos.
domingo, 11 de diciembre de 2016
Diurno- sesión 4
Martes
17:00
Sentate,
Mateo, dejá la campera ahí en el
perchero.
-¿Cómo
estás?
-¡Mariana! Bien...o algo así… ¿Vos qué tal?
-¿O
algo así también?¿Entonces?
No sé ¿Qué te pasa?
-Nada...
¿por?
-Pregunto.
Me interesa.
-¿la
verdad es que no entiendo? Das cuenta de que me pasa algo, digo con
seguridad y la verdad es...estoy mirando un cuadro, que de ser mío lo llamaría “hallazgos”,
ese que está allá. ¿No te parecen hermosos esos ojos? ...
-Te llama la atención los ojos.¿Recuerdos?Me
dijiste bien.. .o algo así, ..inferior de ello q algo te pasaba. Perdón por
interrumpir.
-No,
Mariana...contesto de ese modo.... va con u atenuante
-Decime
-compré
unas revistas de psiconálisis "en contexto" es el título a lo mejor
la conocés, aunque no entiendo mucho porque me falta el tecnolecto...me
gustaría estar en esos lares y sobrevolar con Lacan
-Tengo
fobias, bueno yo a cualquier cosa le digo que es una fobia
-Jajajaj,
¿fobia? ¿Por?
-No
sé…me despierto de repente, como si me
fuese a morir, eso en realidad me despierta
-Mirá,
los psicoanalistas sabemos que nadie escapa al dolor de existir o al peso de la
vida...Hay que vérselas con la vida , la muerte y el sexo Los lacanianos
tomamos siempre esta frase…
-Viene linda la frase…A veces creo
que cuando vos le pedís a una persona que te diga la verdad, en realidad le
estás pidiendo guardala en un bolsillo, en una cajita, en donde fuese, escóndela…
-¿Por qué
decís eso?
-No,
no lo sé… pensaba en una charla que había tuve anoche con Alexia. Nada…ahhh te
quería contar que había encontrado un texto de una licenciada o algoa así que
hablaba de Lacan, sobre el amor, la responsabilidad y la culpa, muy claro el
texto, creo me ayudó a interpretar algunas cuestiones, había sido cosa grossa,
Lacan, eh!,...bueno nada era eso contártelo...
-Y
no me creíste cuando te dije en que te ibas a meter en un berenjenal si te
ponías a leer a Lacan. Para entenderlo en profundidad tendrías que leer primero
sus “Escritos” Seminarios y diccionario, al lado. Decime, querés hablar de
¿cómo era que se llama?
-Alexia
-Ajá,
¿querés hablar de ella?¿ Digo de tu relación con Alexia?
-No,
hoy no…prefiero terminar acá.
-Como
quieras. La semana que viene te voy adelantar el turno a las 16:30, ¿te
molesta?
-No,
no, mejor…me viene bien ese horario.
-¿seguro?
-Sí…
-Bueno,
nos vemos el martes y cuidate…
-Vos,
también.
sábado, 10 de diciembre de 2016
Nocturno 3
Vos
creés que te jodió la vida, vos creés que todos los padres le cagan la vida a los hijos,
vos no, con vos no, vos sos la excepción. Hay quienes dicen que es mejor olvidar. ¿Vos sabías
que quiero olvidar? ¡Vos sabés qué lindo sería! A vos te rebrota como musgo en
las paredes húmedas una y otra vez. Leés a Silvina Ocampo y sus versos se
reproducen en tu biografía: “Se llega a un lugar sin haber partido/ de otro, sin
llegar.” Pero, ¿cuántas biografías tenés, cuántas creés? Sos el raro, el chapa,
el ciclotímico, el depre, el irrespetuoso, el impredecible, el boludo y la
lista es larga. Te quieren definir. Todo el mundo busca una definición. Me
acuerdo cuando le dijiste a ese estudiante que no podía definir el concepto de
oración. Muy tranquilo le señalaste. Mire cuando alguien le pregunte una
definición. Ud no tiene que hacer otra cosa que decir que es un conjunto. Le
preguntan por la definición de oración, pues diga un conjunto de palabra, por
una de amor, un conjunto de sentimientos, por una de música un conjunto de
notas, por literatura un conjunto de recursos estilísticos ¿Ves? La palabra
conjunto siempre va en la definición además a los profes le gusta esa palabra:
conjunto, nadie sabe bien lo que es pero gusta, sobre todo funciona, dedíquese a
lo que funciona. Pero no vos creés que te jodieron la vida, pero la vida fue
generosa con vos. Me contás cómo empezaste? Te cuento desde el momento cero
anterior y en la voz de la pendeja calentona que luego de esa noche me convertí
en Mateo:
20
de febrero de 1975, San Isidro, Buenos Aires
Lo
conocí en el Bar Imperial, Él estaba en la barra, tendría unos treinta y
tantos. A mí me había gustado su nariz, además tenía una sonrisita picarona. Me
fui hasta la barra. Lo saludé. Él miró, apenas sonrió, dijo:
-No
vendo bebidas alcohólicas a menores de edad- en ese entonces yo tenía dieciséis
años años. Contesté-no necesito a que mi padre me diera permiso para tomar algo.
Entonces
él sonrió, me pasó su Whiski, luego fueron dos, tres. Y así me encontró el sol
al otro día desnuda y con dolor de cabeza en una pieza rancia cuyo olor a
humedad no hacía más que darme arcadas.
Una
madrugada vino al conventillo, golpeó la puerta de mi habitación. Abrí ¿qué
hacés vos por acá?- pregunté.
-Dormí
todo el día por ahora no pude pegar un ojo en la almohada.
-¿Y
qué te creés que soy la chica clonazepam?
-No,
eso lo decís vos, vine a visitarte.
-¿A
visitarme, a las tres de la madrugada? ¡Vamos… que no soy ninguna boluda!
-Bueno,
la verdad es que necesito relajarme.
¿Y
quién pensás que soy, la mina que se levanta a las tres de la madrugada y dice
che, me voy a preparar porque seguro que Él durmió todo
el santo día, porque no trabaja para nadie, está al pedo siempre, entonces de
noche el mozo anda ansioso y vendrá a visitarme a las tres de
la madrugada, entonces sólo tengo que esperar que golpee con su llave la puerta, de mi departamento tres veces para que
yo sepa que viene Él, a quien le tengo que dar una buena mamada para que el
señor se relaje?
-Por qué sos así, boluda si sabés que te quiero y si pudiera...
Dale,
vení acostate abrazame fuerte…muy. Boludo…te extraño, no sé en qué te metés…y a
mí me tenés acá febril todo el tiempo…
domingo, 4 de diciembre de 2016
Nocturno 2
La noche cae
lentamente como el humo del Parisiennes que se consume como un deseo, como el deseo de escribirte, una vez más, dos,
tres, mil, infinitamente. La mirás y ella camina como coqueteándote, encendida
y cristalina. Sus ojos parpadean como transmitiendo un sí, luego un no. Camina
firme por la casa, como una ninfa despechada, así de bella, así de hermosa.
Ahora, distrayéndose o abstrayéndose como cuando llama o rompe el deseo apura sus
pasos, se escucha el sonido de los zapatos taco aguja, sus pasos retumban
suavemente tal cual si fuese un redoblante de un cortejo. La ansiedad se intensifica
entre figuras geométricas, primero un triángulo equilátero, luego un polígono, una circunferencia recta que la lleva al
punto, pero se le escapa. Un tanto más histérica vuelve a la carga en
semicírculo, luego un círculo desenfrenado hasta que por fin, la mosca que era
la voz activa de su aleteada en un pasaje
a una voz pasiva encontró su derrotero
en esa boca que se deleitaba como un griego una aceituna. Sin ninguna alteración
que la detuviese te mueve la cola y se echa a dormir en el futón. El
ruido del hielo en el vaso, el sabor que
imprime su ausencia el bermellón en los labios. Afuera los chicos y las chicas
por la Alberdi se buscan por vez tercera, adentro en un viernes 3 A.M., el
televisor la cara de informado de Lanata, ¿podrías bancarte ese defecto?
Adentro vos ateo practicante, del otro
lado de la 25 de mayo habita el silencio de las revistas de moda como la moda habita en las revistas. El huevo puso a la gallina. Mientras tanto
leés por ahí “Hay silencios que hablan así como hay palabras que no dicen nada.
Hay silencios que demandan. Hay silencios que matan, otros que provocan. Hay
silencios ligados a la impotencia, a la cobardía, a la prudencia. Hay silencios
represivos. Hay silencios que liberan. Hay silencios que angustian...” Dicen los que saben que la comunicación
indirecta es más sutil y profunda. Leés unos tuits y observás cómo la voz de Cioran, Nietzsche,
Husserl viven ahí mismo en esa pantalla,
pero atravesándola o trasvasándola habitando otros otras virtualidades, de antaño, contemporáneas
y llegan a vos... esas palabras, frases o sentidos en algunos casos quedan,
otras se transforman, otras se van, otras esperan para entrar y así la cosa
va...de todas sale la propia por eso ni paroxismo ni desesperación: DESEO.
Tiempos en los que se escuchaba Estelares, Madagascar, Melancolía, Día perfecto y demás. Los
recuerdos quieren entrar. Entran. Te
extrañás no sabías si la profundidad te llevó
a ver que siempre se puede ir aún más a lo profundo, lo cierto es que se nada
en lo profundo, casi que como para probar-se-nos, la búsqueda de certezas, pero las certezas están a la entrada, mientras que a la salida la
confirmación las diferencias ¿para qué? Son como pastillas tranquilizadoras,
packs de progreso, dale que vas bien.
jueves, 1 de diciembre de 2016
Diurno-Sesión 6
Martes 16:30
P.M.
Abre la puerta,
despide a una chica de unos diecisiete años. Me mira y sonríe.
-Hola, Mariana.
Le doy besos en la mejilla.
-Pasá, Mateos,
sentate, ponete cómodo. Cierra la puerta se sienta al escritorio. Se sirve un
vaso de agua y pregunta: ¿Agua?
-No, no, está
bien así.
-¿Cómo andás?
¿Qué tal la semana?
-Bueno, mirá, justamente, ayer estuve a punto de llamarte.
Te iba a pedir para adelantar el turno.
-Ahh, ¿y qué
pasó… por qué no lo hiciste?
-Vos sabés, que
estaba muy angustiado, quería hablar pero no quería molestar, así que me la
aguanté.
- A ver, ¿de
qué trata?¿ Por qué la angustia? ¿Te pasó algo o…?
-No, nada
nuevo, no sé se me hizo insoportable el día, pero a la noche tomé el quita
penas y me dormí.
-¿quita penas?
-Sí, tomé una
pastilla, alplax…me relajé y me dormí.
-Ahhh, claro.
Bueno mirá (me muestra su agenda) ayer tuve una sola paciente, así que
tranquilamente pudimos adelantar el turno, así que, de ahora en más si te encontrás en ese estado,
sabés que podés contar conmigo.
- Si pasa que,
insisto, no quería molestar, se me hacía que si te llamaba lo hacía. De todos
modos, no fue la gran cosa, aunque por momentos sí.
-Asintió. Bueno,
contame…
-Cuando venía
para acá pensaba en que no me está yendo bien en el trabajo. Trato de huir todo
el tiempo de los demás, como si quisiera estar solo, abstraído….no preparo muy
bien que digamos las clases, igual no soy muy buen profesor, soy mejor
estudiante.
-¿Cómo es eso?
-Bueno que le
disparo a mis colegas. La semana pasada, la encontré a mi directora de
estudios. Me dice: “Mateos, te pasa algo que andás faltando?” A lo que le dije,
sí, sí estoy encerrado todo el tiempo en mi departamento, vio?, es chico,
entonces el humo del cigarrillo, entonces la humedad, y otras cosas me llevaron
a una gripe, así que ahora abro de par en par todas las ventanas, que entre el
sol, que se airee la casa, todo el día. Vos no te imaginás, la cara de esa
mujer, asombrada ahí mirándome. ¿ Viste que lo que más ahuyenta a las personas
es hacerse el loco? Bueno, pasó eso. La tipa disparó de mi lado, jajajaj
-Sí, todo lo
anormal asusta un poco. Y vos jugás con eso…
-Sí, al menos,
me divierte un poco, aunque hoy a la mañana la crucé y no me saludó, siquiera.
-¿Acaso, no era
eso lo que querías?
-Sí, digamos
que sí… pero como siempre entro en contradicciones.
-Bueno pero ¿cómo
es eso que no sos un buen profesor? ¿Qué es ser un buen profesor?
-No, no sé…me
siento así…que no doy clases, voy tiro ahí unas fotocopias a los estudiantes y
que lean. Improviso sistemáticamente. No sé, supongo que un buen profesor, para
empezar al menos disimula la poca o mucha ganas de dar clase. Va y la da, la
prepara antes, pregunta dialoga, explica, transfiere…yo en este momento estoy
lejos de eso.
-¿Eso es lo que
te define, estas circunstancias?
-No, pero querría
mejorar y me siento devastado, sin ánimo. Se me hacen interminables las horas…es
soportar y soportar…
-Mateos, enfócate…tenés
que parar un poco, pará un poco esa cabeza.
-Uff, si yo
pudiera! Me querés decir cómo hago para parar, si se parece a un trompo, no
paro de girar en ahí en ese punto fijo, cada vez con más fuerza…
-¿Es la chica
de quién me hablaste la otra vez?
-Sí… nunca
necesité...
-¿Cómo era que
se llamaba?
-Alexia.
-Decime, ¿cómo
quedaron con Alexia?
-No, en nada.
La otra vez la vi en línea y le envié un mensaje … ni contestó. Me mantiene
imantado, no puedo despegarme…
Silencio
-¿En qué
pensás, Mateos?
-Mariana, te lo
estoy diciendo…
-Sí, claro.
¿Qué de ella o cómo la pensás?
-Se me viene en
la mente, en todo momento, hago miles de conexiones. Estoy paranoico, jajaja
Silencio
-Qué bueno que
puedas reírte, Mateos. ¿Decime qué es estar paranoico?
-No sé pienso, una suerte de fantasías,
algunas son como si todo el mundo conspira en favor o en contra, bueno el mundo
sería mejor ella…como si fuese que ella está las veinticuatro horas maquinado y
ejecutando planes maléficos o generosos para conmigo…Estoy muy agotado,
Mariana.
-Bueno, mirá
vamos a dejar la sesión acá, tratá de descansar! Y Pará el trompo!
-Intento pero
todo me lleva a ella.
-¿Decime, el
amor es la única forma de descansar?
-Supongo que
no, además creo que es tema para otra sesión.
-¿Te pareció
una sesión?
-No voy a ser
yo quien diga si fue o no una sesión, pero me voy más tranquilo.
-¿El martes a
la misma hora?
-sí, está bien.
-Ya sabés, si
te sentís mal, me avisás, eh?
-Sí, cualquier
cosa chiflo jajajaj. El martes nos vemos, además quería hablar de otras cosas
que hoy…
-El martes lo
hablamos en sesión, si?...
-Dale.
- Te espero.
Nocturno 1
Estás escuchando R.E.M. - Everybody Hurts casi, casi como una confirmación de lo que
es la noche, poseída-desposeída. Un bordado, a punto de saltar de la remera. Es
un instante, ahora te pica la cabeza, cosquillas en la mano, la izquierda (qué
paradoja). Te rascabas la cabeza, sin preguntarte los por qué, en piloto
automático, en tanto pensabas en la mano, la superstición, ay!, la superstición…recordaste
que a la siesta fuiste al cajero mecánico del banco, luego al del súper, y nada
que hacer, todos fuera de línea. Vos con veinte mangos en el bolsillo y sin
puchos. Eso fue por la picazón en la izquierda, al menos si te picaría la mano
derecha los veinte mangos se multiplicarían, pero la noche es larga, densa. Y pensás en que
en esta parte de la noche ella estaría
estallando en orgasmos, y te vienen a visitar los recuerdos: las imágenes de su
expresivo rostro, de los encuentros, salís de ahí y te sirve pensar que a dos
cuadras estarían dos lesbianas acostadas
fumando a media, un Parissienes, sonriéndose,
una a la otra en medio de un hipoplacer. A vos te muerde otra cosa, un
parásito; un parásito que te desnutre
lentamente, un bichito invisible, llamado tiempo. Anda por el
desfiladero del lenguaje, pero reflexionás que es una edad jodida la de los cuarenta.
Si mirás hacia atrás, lo que se dice
veinte años ocurrió la semana pasada y cuando mirás hacia delante los
sesenta son el mes que viene y te jode la discordancia mental que no captura al
cuerpo de tal manera sino que al revés, el cuerpo le envía información a la
mente y la información suele ser aplastante como la noche ¿por qué no pensás en
otra cosa?¿ En qué querés que piense o vos creés que yo elijo pensar? Me
piensan, a veces sólo a veces, muy a veces pienso, por lo general me piensan desde antes
de nacer, con decirte que me pusieron un nombre y apellido. El principio de sujeción.
Te acordás del bar de Posadas que cuando el mozo te trajo la ensalada te
preguntó ¿vinagre o aceto? Te pensaron desde dos perspectivas el balsámico y el
alcohólico, mucho antes de que te sientes allí. Lo mismo pasa con los cajeros,
a los mecánicos o al otro día a la
mañana tempranito a la ventanilla. Te falta poco para terminar algunos trabajos
pendientes, te decís a vos mismo que no estuvo mal el año, que deberías en las
vacaciones terminar lo que empezaste a escribir alguna vez, que aunque sean
vacaciones hay otros trabajos que te esperan como la noche a que te duermas.
Ves al costadito de la pantalla de youtube, U2
- With Or Without You. Cliqueás, allí. Te servís un vaso de coca, te clavás
un alplax. Se apagó el velador. Te tapaste y la computadora seguía pasando
videos pero vos no los escuchaste, dormías.
lunes, 21 de noviembre de 2016
Señorita Corazones Solitarios
Estimada Señorita Corazones Solitarios:
Tengo dieciséis años y estoy desorientada; le agradecería que me aconsejara. Cuando pequeña estaba acostumbrada a que los chicos que vivían en la cuadra se burlaran de mí y no era terrible, pero ahora me gustaría tener amigos con quien salir los sábados a la noche como las demás chicas, pero ningún muchacho me va a invitar, porque aunque bailo muy bien, tengo una linda figura y mi padre me compra lindos vestidos, nací sin nariz. Me siento y observo todo el día y lloro. Tengo un gran agujero en el medio de la cara que asusta a mucha gente y también a mí; por eso no puedo culpar a los muchachos de que no quieran invitarme a salir con ellos. Mi madre me quiere pero se pone a llorar desconsoladamente cuando me mira. ¿Qué hice yo para merecer esta terrible desgracia? Aunque hubiera hecho algo malo, nada malo hice antes de cumplir un año, y sin embargo nací así. Le pregunté a mi papá; me dijo que no sabía, pero tal vez algo hice en el otro mundo antes de nacer, o quizá me castigaron por sus pecados. Eso no lo puedo creer porque él es un hombre muy bueno. ¿Debo suicidarme?
La saluda atentamente
Desesperada
Miss Lonelyherats, de Nathanael West, págs. 14-15, citado Goffman, Erving. Estigma. La identidad deteriorada
Tengo dieciséis años y estoy desorientada; le agradecería que me aconsejara. Cuando pequeña estaba acostumbrada a que los chicos que vivían en la cuadra se burlaran de mí y no era terrible, pero ahora me gustaría tener amigos con quien salir los sábados a la noche como las demás chicas, pero ningún muchacho me va a invitar, porque aunque bailo muy bien, tengo una linda figura y mi padre me compra lindos vestidos, nací sin nariz. Me siento y observo todo el día y lloro. Tengo un gran agujero en el medio de la cara que asusta a mucha gente y también a mí; por eso no puedo culpar a los muchachos de que no quieran invitarme a salir con ellos. Mi madre me quiere pero se pone a llorar desconsoladamente cuando me mira. ¿Qué hice yo para merecer esta terrible desgracia? Aunque hubiera hecho algo malo, nada malo hice antes de cumplir un año, y sin embargo nací así. Le pregunté a mi papá; me dijo que no sabía, pero tal vez algo hice en el otro mundo antes de nacer, o quizá me castigaron por sus pecados. Eso no lo puedo creer porque él es un hombre muy bueno. ¿Debo suicidarme?
La saluda atentamente
Desesperada
Miss Lonelyherats, de Nathanael West, págs. 14-15, citado Goffman, Erving. Estigma. La identidad deteriorada
jueves, 4 de agosto de 2016
Time, trompos, repeticiones y otras yerbas.
"[…] en una palabra, la
extensión tranquilizadora de una economía. El escritor no saca nada de ella en
definitiva: la lengua es para él más bien como una línea cuya transgresión
quizá designe una sobrenaturaleza del lenguaje: es el área de una acción, la
definición y la espera de un posible” Roland Barthes. Grado cero de
la escritura.
Luego de las dos semanas de
vacaciones se me vinieron encima los trabajos pendientes, atrasados,
retrasados. Sorteado el escollo, la actividad laboral volvió a su cauce “natural”.
Reuniones, planificaciones, entrevistas y mesas de exámenes. Primero,
transcurrí en los días de vacaciones en un constante navegar, en ir a fondo ¿Cuál? Introspección:
revisar-me, indagar-me, preguntar-me. Todos estos días los tildé no sólo de
necesarios, quizá insuficientes, pero desde el punto que partí y al que llegué
fue todo un recorrido significativo… muy. Las experiencias [me] las valoro como
también la experiencia de las lecturas de Lacan y del psicoanálisis para llegar
a conclusiones a escribirlas entre otras... en pleno escriturario con sus contingencias, a propósito: “Los escritos sobre la escritura han
señalado diversos caminos de reflexión: la escritura como la adquisición
distintiva de la vida del hombre, logro y, a la vez, sentencia, pero también
como la diferencia que marca la diferencia en relación con el pasaje de la
naturaleza a la cultura, como aquello que tiene importancia por su carácter
consusntancial con la estructuración del sujeto, así como las marcas simbólicas
esciturales que condensan la determinación misma del viviente por el símbolo,
hasta los avatares que han sufrido todos los textos para ser legibles”
Jussara Teixeira- Rolando H. Karothy. Del prólogo de Contexto y psicoanálisis.
Escritura. Dentro de esta conceptualización más o menos amplia de escritura me
inscribo para narrar, algo de lo que me pasó y lo actualizo en este escrito
como una ‘marca’, como ‘logro’ y ‘sentencia’, como algo que me ‘estructura’ en tanto sujeto y
que presento lo indecible volcándolo desde el escribir a la hoja de la hoja al
pasaje para que se vuelva y sea ‘legible’. Aunque, voy a interrumpir las lecturas
lacanianas, no por que las haya comprendido sino más bien porque el interés
ahora se centra desde otra perspectiva y esto no quiere decir que lo haya
abandonado a Lacan y su psicoanálisis, claro que lo consultaré de tanto en
tanto, sobre todo porque sigo leyendo con cierta in-formalidad el campo
disciplinario: psicología. Le toca el turno ahora a Jerome Bruner, desde ya espero con
entusiasmo la llegada de sus libros, ya que, la compra la hice por internet a una librería de Buenos Aires, porque acá
esos libros no se consiguen, “La Fábrica de Historias” y “Realidad Mental y
Mundos Posibles”, claro que esto será acompañado como siempre con la lectura de
Roland Barthes, ahora, “El grado cero de la escritura”, entre otros.
Por caso quería
contar, que ayer tenía que asistir como vocal a una mesa de examen
correspondiente a la materia Introducción a la Literatura y Crítica Literaria,
materia que se desarrolla en el primer año de la carrera del Profesorado de
Lengua y Literatura. Nos encontramos con la profesora N., armamos la mesa, los
estudiantes “en capilla” como estilaban decirlo los estudiantes de antes, como quien rezándole a
la virgen o a Dios para obtener un buen resultado en el examen, era alrededor de las 19:00. Seis,
siete chicas más un chico, esperaban a que diéramos inicio a la mesa de examen. Así fue. Se presentó la primera, expuso sus
conocimientos, salió bien, pasó la segunda hizo lo propio pero no llegó a salir
bien, luego de su exposición la profesora hizo algunas preguntas y ahí no pudo
responder con precisión y claridad. Salí a entregarle a esta estudiante su libreta con la nota.
Ella ya había percibido que no alcanzaría la acreditación de la materia,
lo percibí su mirada, sus ojos lagrimosos, mirada con cierta impotencia. A su turno pasa el
chico, a decir verdad, este estudiante me llamaba la atención, por la lentitud de su exposición,
entre palabra y palabra el tiempo se detenía, quedaba estático, hasta que él
rompía de nuevo el silencio con una sola palabra y así, también salió mal. La
profesora dio las indicaciones para el próximo turno. Y Pasa otra estudiante
que es acá donde me quiero detener. Comienza su exposición, desarrolla su tema,
no miraba a la profesora, tampoco a mí, su mirada estaba como perdida, buscando
quizá en el recuerdo de lo que habrán sido sus horas de estudios, las
imágenes de sus apuntes, del libro, buscaba las palabras hasta que las encontraba si
bien es cierto que con cierta dificultad, pero las encontraba. Al ver esto y luego de
unos diez minutos la profesora la interrumpe con una pregunta, la estudiante no la responde,
hace otra, luego otra y todas el mismo resultado, solo movía sus labios en
silencio. La profesora le dice que va a tener que volver a preparar su
exposición, y ahí se le vino el mundo abajo, se derrumbó, yo que hasta ahí sólo
observaba, la miraba y veía que ella hacía fuerzas para no romper el silencio, en llanto. Hasta que no pudo más, esta vez ella interrumpió a la profesora
que daba indicaciones del por qué había salido mal, que generalidades, que
imprecisiones, etc, y claro la profesora tenía razón. Pero cuando la estudiante
rompió en llanto, ver sus lágrimas que caían lentamente, por su mejilla, la
profesora se silenció, con el llanto vinieron sus palabras: “siempre me pasa
esto” ¿El qué? ¿Qué es lo que te pasa siempre? Preguntó la profesora. Siempre salgo mal, contesta la estudiante. A
lo que replica, la profesora “¡pero si esta es la primera vez que rendís
conmigo!”, La estudiante, no, pero yo hablo desde que comencé la carrera, en todas las mesas que me presenté en todas
las materias salí mal, sólo una acredité. El profesor X me dijo que no me dé
por vencida que siga. La profesora le dice “Mirá eso es asunto que sólo vos lo
podés resolver, tendrás que ver si es esto lo que vos realmente querés. ¿Vos
querés seguir esta carrera? Sí, sentenció, la chica, esto es lo que quiero. Ahí aproveché
a meter un bocadillo y le dije, si es esto lo que vos querés, entonces, no hay
ningún problema, por ahí tus tiempos son otros y vos al compararte con otros/as estudiantes
ves que van más rápido y la rapidez no es un asunto indispensable a tu deseo de
ser profesora de Lengua y Literatura. Me escuchó, luego, ya más calma porque vio que la
profesora tenía cierta predisposición a ayudarla. Salió del curso. En eso, la profesora empieza a
mirar, a repasar las notas de las materias que había rendido. Unas seis más o menos. En
la mayoría había un dos. ¿El dos la seguía o ella perseguía el dos? Se había
derrumbado en llanto como un impasse a esa repetición… "La repetición tiñe toda
búsqueda y determina a priori el destino de todo encuentro (…) Todas las
situaciones básicas de la vida son sin retorno. Para que el hombre sea hombre,
tiene que atravesar la imposibilidad de retorno con plena conciencia. “Beberla
hasta el fondo”” (Couso. Memoria de lo
que no fue). Esta estudiante, perseguida-iendo, por ese dos, un dos marcado a fuego en su memoria que
se repetía una y otra vez, mientras observaba la situación, yo pensaba que su
tiempo había quedado ahí estático girando como un trompo que atraía todos sus otros "fracasos" que atraía el dos. Un punto fijo del
cual no podía salir ( o no puede, no lo sabemos) ya que sus mecanismos de comprensión un tanto
sesgados, fragmentados, fija, liga en-a su memoria como una práctica de un constante retorno, el
llanto llamó a su consciencia y de ahí se hizo responsable “siempre me pasa lo
mismo”. Ella es el eje no los demás, por tanto tendrá que mirar con otros
lentes, encauzar, focalizar en cómo la referencia esa, de la cual salió bien y no
de las cuales salió mal. Porque, los relatos en definitiva nos cuentan de que es posible porque antes hubo otros que lo
hicieron posible, a pesar de los condicionamientos y adversidades.
miércoles, 3 de agosto de 2016
Narrar ...es peligroso
1. Narrar es un acto interpretativo que hace del relato una versión de una vida humana o de una comunidad cultural
2. Narrar es un acto intencionado que vehicula una pragmática comunicativa potente3. Narrar es el arte de transgredir lo banal para convertirlo en epifánico
4. Narrar es pensar y promover mundos posibles y proyectos de vida realizables
5. Narrar es la forma privilegiada del ser humano para construir su identidad
6. Narrar es una actividad que modela la mente del ser humano
7. Narrar es una actividad que modela la experiencia del mundo
8. Narrar es una forma de aprehender y dar sentido a la realidad
9. Narrar es un arte connotativo-simbólico cultural
10. Narrar es uno de los modos de conocimiento humano que necesita complementación
11. Narrar es una actividad intersubjetiva radicalmente cultural
12. Narrar es una actividad peligrosa
La fábrica de contar historias- Jerome Bruner
Suscribirse a:
Entradas (Atom)