miércoles, 21 de diciembre de 2016

Nocturno 5



Había entrado a tu vida de manera especial, tan especial como meterse el dedo en la nariz, o hacer un bollito de papel, o  tener un orgasmo. Para ella vos eras predecible, lo que no vos con ella. Vos no hacía otra cosa que sincerar tu aburrimiento en el senet de tus días. Había pasado tantas veces delante de tu vista que nunca advertiste su presencia, el script de la doxa y la paradoxa no te dejaban ver lo que tenías para ver. Hay quienes dicen que el placer como quien uno  está con su objeto amado pero piensa en otra cosa. Y es así que como vos acostumbrado a ver las mismas imágenes, las de ella eran tal cual te picase un mosquito. La diferencia que comprende entre la primera picadura y la décima. En la treta que el mosquito se aplaste en la mano de un humanoide o escape a otra vena resulta de la misma importancia ¿o hay alguien que persigue a un mosquito que no pudo matar? ¿En todo caso aunque lo siguiese estarías seguro de que era ese el mosquito?  Es como buscar la diferencia entre un estudiante excelente y uno aún más. Muchas veces hay que mirar el recreo.  La historia se constituía en la diferencia, pero no la de Sissa, Dahir y Shiram. Sería como estar ligado a la producción de los granos de trigo (o como cuando lluvió lo preteriso perfectible y simplemente del infinitivo lluviar), entre gota y gota hay que saber no mojarse. La clave siempre fue matemática había dos y había cuatros. La elisión del paisaje en mostrar lo diferente en lo desconocido no serrar la rama sobre la cual uno está apoyado, como en el fútbol siempre hay estilo, repeticiones de formas y de fórmulas hasta que se introduce la irrupción. Podría volver a decirte, podría repetirlo, volver a  un paroxismo amatorio, dulce quimera, descriptiva: que te enredes con las telas de la noche esperando su derroche, desliz sobre  tu y su  cuerpo con intensos fogoneos que quiebran en burbujeo, zigzagueo, en coqueteo. Se les  infiltra el jadeo. Hay baboseo,  los labios se queman. Rompen los quejidos de la noche, latidos tras latidos… y aunque la lluvia es corta y  a chubasco esos cuerpos hoy no son más que dos asesinos.. 

martes, 20 de diciembre de 2016

Nocturno 4



Seguís sin dormir, si te viera tu mamá, te diría: hasta cuándo, nene, vas a seguir así! Dormí,  nene… Ella cree que todo es cósmico que no hay otro orden más que el místico, el orden divino, su fe en dios, el voluntarismo. Te acordás cuando vos tenías veinte años y transitabas por esa angustia perturbadora que no te dejaba en paz y ella cuando te veía en esas largas horas de la siesta en las que pensabas y pensabas, te decía, andá a misa!,  y ahí se te  va  a pasar toda esa locura. Qué hermosa mujer tu mamá, Mateo. Y Vos ahí, sentado bajo la sombra de la mora, pucho tras pucho,  crisis tras otra, en medio de tus turbulencias la mirabas en silencio como contemplando un desierto  sin un  horizonte fijo  para tus vertiginosas emociones, para tus odiseas existenciales, ningún acervo de respuestas, todo dudas, todo interrogantes. Asociaciones y asociaciones, conexiones de imágenes que centrifugaban tu cabeza.  Te cambiaron la medicación, reemplazaste tu quita penas: Alplax, por Clonagin, Clonazepam, el médico te dijo cinco gotitas a la siesta y cinco a la noche antes de dormir, cumpliste a rajatabla, sin embargo, ya no te hace efecto o sí pero no el deseado. Ahora te acordás cuando le dijiste a Carlitos que vos no tomabas Rivotril, porque te volvía muy sensible, que mirabas boxeo y lloriqueabas porque veías dos personas que se pegaban golpes. Las carcajadas de Carlitos, insuperables, las horas de bar interminables, las horas de literatura, hasta Remo Erdosain se sentaba a la mesa con ustedes, pero esa misma noche también, él te dijo vos sos sensible, Mateo, hágase cargo de su existencia, decía. Justo vos tenías unas conchas de caracol en el bolsillo del pantalón y se la pusiste arriba de la mesa del bar. Le dijiste somos sensibles por dentro y por fuera nos ponemos duros como una concha para la defensa,  quedó pensando en la metáfora. Vivimos por dentro como los caracoles, escondiéndonos, nos alimentamos del barro de la burguesía, del barro de la historia, o vos te pensás que hay historia en la historia, hay más historia en la literatura que en la historia misma. Él leía la historia como literatura y a la literatura como historia…Se desvanecen esos recuerdo y a vos te gira otra cosa, saltás de ahí deseando   de que se terminen las clase,  ya te perturba andar en esta zona, querés tirar todo, trabajo, medicamentos, vaciarte de toda la carga. Pero te duchás, prepararás el café, dos rodajas de pan lactal que untás  con queso blanco, arriba un poquito de azúcar y ya a escuchar los exámenes: cuarenta veces “La alfabetización académica es un conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva disciplinar”. Cuarenta biografías que a su vez se multiplican cada una por cantidad de conocidos, todo y cada uno dice algo del otro y ya lo tipificó, y cada uno lee desde su biografía sin embargo todos repiten y repiten. Cuando te tipifican, ay cuando te tipifican y sin embargo vos también.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Diurno- sesión 7


Anuncié mi llegada y me senté a esperar. A los diez o quince minutos se abrió la puerta del consultorio, sale una chica de unos veinte años, cruzamos miradas, también sonrisas, de esas cómplices.
¡Hola, Mariana! ¿Cómo estás?
Mateo, sentate. Mirá quería disculparme pero me había salido de improviso el viaje que te comente por mensaje, el martes pasado, así espero me las aceptes.
-Sí, Mariana. No pasa nada. Está bueno también, pensarse para sí y no para otro…no sé trato de encontrarle cierta explicación, nada más.
-¿ay, Mateos! Para vos todo tiene que tener una explicación?
-No lo sé, sólo trato de buscarla en todo lo que yo haga.
-Bien, contame.. cómo te fue en todos estos quince días.
-Recién, cuando salí, tu paciente me miró y se sonrió, yo hice lo mismo.
-Ahh, ¿ mirá y se conocen?
-No, lo traigo sólo porque yo la otra vez te dije que jugaba un poco con eso de “lo anormal” y parece que encontré compañera de juego, digo con la chica que salió… ese momento fue muy de complicidad…
-jajajaj ay, Mateo, sos terrible! Me abstengo de hablar de mis pacientes, pero si vos le encontraste ese sentido, déjalo ahí. Decime..
Silencio
-Tengo mucho para decir.
-Me imagino hace quince días no nos vemos.
-Puedo titular la sesión de hoy.
- A ver, ¿cómo sería eso?
-Todo lo que hacemos acá es hablar, hacemos textos, entramamos-desentramamos, entonces cuando venía para acá, pensé que estaría bueno ponerle un título a todo lo que hablásemos hoy.
-¿Entonces, cómo lo titularías?
-Agarrate fuerte: la sesión de hoy la título “Mi problema con las mujeres”
-jajaj, bien, lindo título.
-Para una novela, jajaja
-Bueno y contame, entonces por qué el problema de las mujeres
-La otra vez, yo te había dicho que quería hablar de…
-Alexia
-Exacto, bueno como no dio para más el tiempo dejamos para el martes pasado con lo cual suspendida la sesión lo traigo hoy de nuevo. Yo te había dicho que le había escrito un wasap y que nunca respondió,  ¿te acordás?
-Sí, sí.
-Bueno, cuando ello ocurrió me brotó cierto desconcierto, que luego se fue transformando en una suerte de bronca y enojo, entonces decidí salir de ahí, dejar de pensar en ella o algo así, “el trompo” finalmente se inclinó para un costado y paró, dejé de boyar y de buscar boya en ella y decidí contactarme con otras chicas, así que abrí el chat de Facebook, antes siempre miraba lo que pasaba por ahí pero a chat cerrado, empecé a mirar los contactos que había en línea, en eso veo a Valeria, esta chica muna vez hace dos años maso se me había largado, me había dicho que tenía onda conmigo.
-Mirá, qué bien!
-Sí, me pidió que la ayudase con un trabajo, cosas así así que le dije que la esperaba en casa fue a la siesta, más tarde antes de que ella se fuera ahí se largó, pero esa vez yo la dejé pasar. Dije que otra vez podíamos encontrarnos, tomar algo a la noche, en un plan más tranqui…. Me dijo que sí,  le mandé un par de mensajes y nada nunca pasó nada por nunca más vino. Después supe que se había juntado y que había quedado embarazada, hasta ese día que la vi en Facebook.
-Mateo, ¿ por qué no pasó nada ese día? ¿Digo porque no concretaron?¿Te gustaba, Valeria?
-sí, sí…linda…muy…lo que ocurre es que yo no me la esperaba, o sea, tengo mis tiempos, no es de inmediato lo mío, tiene que madurar
-¿Cómo una fruta?
-Y más o menos
-Digo, el deseo…
-Sí, tengo amigo que para ellos es más fácil las cosas. Una mina le cierra un ojo y ellos se excitan y ya van y garchan, les guste o no, lo mío es más del orden, como vos decís, del deseo,  si no me genera algo, la dejo pasar, me pueden guiñar el ojo, se pueden poner en bola frente a mí pero si no me va, no me va, yo soy el que selecciono.
-Eso, está muy bien, ser sujeto deseante.
-Un poco boludo ¿no?
-No, boludos son tus amigos que no indagan su deseo, y le meten  a lo que esté en frente.
-Sí, si lo miramos desde esa perspectiva.
-¿de qué otra se puede mirar?
-No lo que quiero decir es que no lo había pensado, actúo así, a veces muy en piloto automático.
-Bueno, pero insisto está bueno porque no te dejás llevar, y te dejás llevar por el deseo.
-Sí, eso sí. Bueno el caso es que le escribo y ella responde. De entrada, le pregunté si estaba en pareja. A lo que me respondió que no, que eso era un bardo, estaba todo mal. Entonces ahí nomás la invité a comer algo en casa. Accedió, pero me dijo que espere unos días porque bueno, trabaja y más con su hijo y cosas así tenía que encontrar un tiempo disponible. Le dije que no había apuros, pero al otro día nomás me escribió diciéndome que iría el viernes a eso de las 23:00. Así que sucedió ello, fue a casa, comimos pizza. Estaba muy flaquita, se le notaba que no eran buenos tiempos para ella, su físico le pasaba factura. Bahh, linda pero había algo en su cuerpo, en su rostro, su postura corporal me brindaba señales de que bien no la andaba pasando. Esa noche, decidí escucharla, primero no me quería decir nada, hasta que se largó, su pareja la había molido a golpes, de hecho le había quedado el estigma. Me acuerdo que una vez leí por ahí una cita que decía “cuando alguien golpea a otro no es al cuerpo al que le quiere dar”. Pero ahí estaba la marca que la desacreditaba, en el cuerpo. Luego también comentó que todavía la molestaba, por la hija, por ella, que era celoso, y esas cosas…un rato antes de que ella se fuese volvió sobre esa vez que nos encontramos, y me dijo que la onda estaba y que siempre estuvo. Nos besamos ahí qué sé yo…pero no  pasó más que eso, prometimos volver a vernos, así nada. Ahh, lo que me olvidaba de contarte, justo en plena charla con Valeria, recibo un mensaje, Alexia, sonreí cuando vi ese mensaje porque el orden cósmico hacía lo suyo.
-Mirá vos, y qué hiciste con el mensaje.
-No, no lo contesté más.
-Y, ¿cómo quedaron con Valeria?
- Bueno resulta, me hacía un poco de ruido, sobre todo si el loco, su pareja andaba detrás de ella, me había ganado un quilombito importante, qué sé yo cómo puede actuar un tipo así.
-Y, ¿vos cómo andás con los celos?
-Yo, no nada, no le doy bola…no es que no sea celoso, aprendí a salir de ahí, simplemente, no demuestro o al menos no trato de  demostrarlo, lo menos posible, pero también tiene que ver con qué persona, hay matices para mis celos.
-Bueno ¿qué pasó?
-Nos vimos un par de veces más. Me di cuenta de que ella buscaba tener la espalda ancha, recostarse sobre mí.
-¿por?
-La última vez, fue a casa tomamos cervezas, empezamos las caricias, beso y cosas así. Hasta que en lo mejor estalló….con un ¿vos pensás que soy una trola? A lo que le respondí no, no pienso así, pero no de vos de ninguna mina, digo si lo que se quiere es pasarla bien eso no te convierte en trola, no es una categoría con la que me manejo. Ella, casi enojada, yo sí!, así que vamos despacio. Ahí me dí cuenta, le dije que sí, todo bien, por dentro dije nos vemos en Júpiter. Así que, se fue hasta el día de hoy no supe más de ella.
-Sí, y vos decías que ahí te diste cuenta ¿de qué?
-Eso, que yo era una alternativa real para ella, en caso de que se estrellen los planetas, el sol se acercase a la tierra o se congele el planeta, jajajaj y en caso de que ello ocurra ahí recién lo iba a pensar.
-jajaja. Bueno no pienses, así. No sabemos bien cuáles son las circunstancias reales. Pero bien, decidiste, eso vale.
- Bueno, esto no termina acá. La voy a hacer corta. Estaba el otro día en la escuela, en eso veo una profe, se me hacía conocida, de algún lugar.  Yo estaba con una colega, Fernanda hablando ella se acercó, saludó y no sé qué dijo. Me había acordado que yo a esa profe la conocí en un curso, una capacitación. Y fue así, ese día hacía un frío que  te congelabas. Yo salí del SUM de un colegio que era donde se hacía la capacitación, alguien me siguió y dejó la puerta abierta. Yo, prendí mi pucho al costado y me quedé ahí. En eso, la mina esta me dice algo, yo desde afuera repregunté. Ella, me dice muy enojada ¡Cerrá la puerta!. Yo, me sonreí y le dije cerrala vos! Muy furiosa, se vino la cerró, zás!!!El ruido del portazo! Yo no le dí importancia, más adelante en la jornada nos cruzamos un par de veces más, ella  insistía en mostrarme su enojo, me miraba mal. Yo pensé que eso que estaba sucediendo era algo del orden cósmico, porque para el colmo, estaba buena, es decir, la había visto linda, y que ahí estaba jugando el azar. Al final algo de razón tenía porque no habíamos vuelto a encontrar, pero esta vez ella en lugar de insistir en mostrar su enojo o rencor, se mostraba simpática, y quería conectar. Yo, como siempre algo indiferente. Pero le pregunté a mi colega, cómo se llamaba para buscarla en Facebook. Fernanda, me dice, eh?, sorprendida. Sí, qué tiene. Ella me responde, no nada  qué sé yo…Y bueno, me vas a decir o no, le dije. Sí, boludo buscala como Melina Rodríguez, y así fue. La busqué, y ya me puse a mensajear. Intercambiamos números de celular y de ahí pasamos a wasap… la invité a charlar a casa, me dice que no que ella no iba a la casa de nadie, y ese tipo de cosas, entonces me ella me dice donde vivía, supuse que quería que yo fuese a su casa y no al revés, charlábamos mucho por wasap, ella decía que le gustaba conversar conmigo. Yo le contestaba que también. Hasta que en un momento, eso fue la semana pasada me envía un mensaje, preguntándome qué hacía. Le contesté que estaba haciendo un trabajo para un postítulo lo cual era cierto. Dejé lo que estaba haciendo y me puse charlar con ella. Todo bien hasta que me dice, hoy está lindo para ver una película, está fresco…yo te invitaría si no fuese muy tarde. Entonces, lo que para mí era una invitación, le constesté que sí que era muy cierto es tarde, yo no iba a mover de casa.
-A ver, paremos ahí ¿vos decías que para vos era una invitación, que Melina te gustaba   por qué no fuiste o por qué no le dijsite que sí que estaba lindo para ver, ponele la película?
-Mariana, fue y no una invitación. Le saqué la ficha. Ella estaba averiguando hasta dónde yo me sentía movido por ella.
-¿seguro?
-Muy…
-De hecho, yo la había invitado como te dije a casa, luego una vez le pregunté si estaba en su casa que yo andaba cerca, y me dijo que ya estaba acostada y cosas así. Me dio la impresión de que no estaba conforme con su cuerpo.
-¿por?
-Intuiciones.
-¿Pero y qué tenía su cuerpo?
-Para mí, nada…pero bueno antes te dije intuiciones que no son más que ellas no es más que conocimiento, y había cierta recurrencia indirecta en las charlas a su cuerpo. En fin…
-Bueno, con estas dos chicas…
-No pará hay una más, al menos de las que quiero hablar hoy.
-Bueno, Mateo, pero estás girando sobre los demás ¿y vos?
-jajaj, Mariana, ya te titulé la sesión, jajaj.
-Cierto, me olvidaba.
-Es algo gracioso.
- A ver…
-Estaba el viernes en la verdulería. En eso entra Anabella,  una chica que conocí la conocí en tuiter.
-Mateo y las redes sociales.
-Y sí, viste hay un antropólogo lingüista o algo de eso, dice que “estamos amordazados por la cultura” Bueno, ahí en eso andamos.
-jajaj qué bueno eso. Contame
-La vi decía en la verdulería, yo justo salía así que nos miramos y el cruce de miradas quedó flotando como una nube espesa. Como te dije, la tenía en tuiter, en Facebook, en Instagram y toda red que existiese, jajaja. Un día esto hace mucho. Limpié ciertos contactos y como con ella no interactuaba la saqué de todas las redes. Entonces ese día no bien entré en casa le envié una solicitud de Facebook. Al rato ya había aceptado, así que le envié un mensaje. Contestó. Así que comenzamos a hablar y ya intercambiamos números de teléfonos. Ella tiene su pareja.
-Ahhh, mirá… ¿entonces?
-No nada, un dato objetivo, jajaja. Bueno el caso es que el sábado le pregunto qué hacía, por wasap. Ella me contestó que estaba mirando una porno.
- A ver, ¿eso te dijo?
-Sí.
-Ya me imagino al lacaniano, Mateo, qué le contestaste.
-jajajaj. No no es lo que pensás.
-Mateo, qué sabés lo que estoy pensando.
-Mariana, lo sé…me dijiste lacaniano.
-jajaj, sos hermoso.
-A veces, ajajaj. Bueno el caso que yo a ese mensaje lo tomé como que la piba me estaba tomando el pelo.
-¿Cuántos años tiene?
-No lo sé…veinte….veinte y pico…
-Bien, nunca una de treinta y pico, ¿no?
-sí porqué ¿no? No se da o está casadas jajaja
-vamos… bueno ¿qué le contestaste?
-Bueno como te decía, ella me tomó el pelo, entonces le pregunté ¿y qué tal el argumento?
-¿qué?
-Y sí, qué argumento va a tener una porno! Ajajja
-jajajaj
-Ella me dice, no lo sé pero es excitante. Yo, desvié la conversación. Eso era a las tres y media de la tarde. Al rato me dice, que me dejaba, o sea, dejaba la conversación porque se iba a laburar.
-Bien ¿y en qué quedaron?
-Nada, me estaba boludeando. Quería que prendiera en eso del porno. Además, le dije que me estaba boludeando. Ella, me preguntó por qué creía yo que me había pasado el número de ella y esas cosas…bueno quedó ahí, en nada.
-Mirá, Mateo. Lo importante acá no es si te boludean o no. Siempre es qué es lo que vos querés, los o en este caso las demás, pueden hacer lo que se les cante y está en vos que se lo permitas. ¿Qué querés?
Silencio
-Hay  alguien que dice en una poesía, bastante floja pero para mí tiene significatividad un verso que dice “como el deseo de seguir narrándote”. Creo que es lo que mejor define a lo que quiero en este momento, escribir, escribir-me.
-¿Vos te estás escribiendo o te estás dejando escribir? Te lo pregunto, porque estás buscando laberínticamente ciertas historias que no tienen sentido, quedan ahí. Alexia, Valeria, Melina, Anabella, ¿vos no eras acaso que seleccionabas?
-El mundo es complejo para todos, lo que quiero es escribir en su complejidad, en clave actual, para eso necesito parasitarme de estas historias, sin sentido, claro. ¿Acaso la evanescencia y lo efímero no son características actuales?
-¿Te gusta el riesgo, eh?
-No podría vivir ni escribir de otra manera.
-Bien, Mateo. Terminamos la sesión ¿El martes a las 16:30?
-Sí, no hay problemas.
-Te espero. Que sigas bien.

-Nos vemos.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Diurno- sesión 4

Martes 17:00

Sentate, Mateo,  dejá la campera ahí en el perchero.
-¿Cómo estás?
   -¡Mariana!  Bien...o algo así… ¿Vos qué tal?
-¿O algo así también?¿Entonces? No sé ¿Qué te pasa?
-Nada... ¿por?
-Pregunto. Me interesa.
-¿la verdad es que no  entiendo?  Das cuenta de que me pasa algo, digo con seguridad y la verdad es...estoy mirando un cuadro, que de ser mío  lo llamaría “hallazgos”, ese que está allá. ¿No te parecen hermosos esos ojos? ...
-Te llama la atención los ojos.¿Recuerdos?Me dijiste bien.. .o algo así, ..inferior de ello q algo te pasaba. Perdón por interrumpir.
-No, Mariana...contesto de ese modo.... va con u atenuante
-Decime
-compré unas revistas de psiconálisis "en contexto" es el título a lo mejor la conocés, aunque no entiendo mucho porque me falta el tecnolecto...me gustaría estar en esos lares y sobrevolar con Lacan
-Tengo fobias, bueno yo a cualquier cosa le digo que es una fobia
-Jajajaj, ¿fobia? ¿Por?
-No sé…me despierto de  repente, como si me fuese a morir, eso en realidad me despierta
-Mirá, los psicoanalistas sabemos que nadie escapa al dolor de existir o al peso de la vida...Hay que vérselas con la vida , la muerte y el sexo Los lacanianos tomamos siempre esta frase…
          -Viene linda la frase…A veces creo que cuando vos le pedís a una persona que te diga la verdad, en realidad le estás pidiendo guardala en un bolsillo, en una cajita, en donde fuese, escóndela…
-¿Por qué decís eso?
-No, no lo sé… pensaba en una charla que había tuve anoche con Alexia. Nada…ahhh te quería contar que había encontrado un texto de una licenciada o algoa así que hablaba de Lacan, sobre el amor, la responsabilidad y la culpa, muy claro el texto, creo me ayudó a interpretar algunas cuestiones, había sido cosa grossa, Lacan, eh!,...bueno nada era eso contártelo...
-Y no me creíste cuando te dije en que te ibas a meter en un berenjenal si te ponías a leer a Lacan. Para entenderlo en profundidad tendrías que leer primero sus “Escritos” Seminarios y diccionario, al lado. Decime, querés hablar de ¿cómo era que se llama?
-Alexia
-Ajá, ¿querés hablar de ella?¿ Digo de tu relación con Alexia?
-No, hoy no…prefiero terminar acá.
-Como quieras. La semana que viene te voy adelantar el turno a las 16:30, ¿te molesta?
-No, no, mejor…me viene bien ese horario.
-¿seguro?
-Sí…
-Bueno, nos vemos el martes y cuidate…

-Vos, también.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Nocturno 3


Vos creés que te jodió la vida, vos creés que  todos los padres le cagan la vida a los hijos, vos no, con vos no, vos sos la excepción. Hay quienes dicen que es mejor olvidar. ¿Vos sabías que quiero olvidar? ¡Vos sabés qué lindo sería! A vos te rebrota como musgo en las paredes húmedas una y otra vez. Leés a Silvina Ocampo y sus versos se reproducen en tu biografía: “Se llega a un lugar sin haber partido/ de otro, sin llegar.” Pero, ¿cuántas biografías tenés, cuántas creés? Sos el raro, el chapa, el ciclotímico, el depre, el irrespetuoso, el impredecible, el boludo y la lista es larga. Te quieren definir. Todo el mundo busca una definición. Me acuerdo cuando le dijiste a ese estudiante que no podía definir el concepto de oración. Muy tranquilo le señalaste. Mire cuando alguien le pregunte una definición. Ud no tiene que hacer otra cosa que decir que es un conjunto. Le preguntan por la definición de oración, pues diga un conjunto de palabra, por una de amor, un conjunto de sentimientos, por una de música un conjunto de notas, por literatura un conjunto de recursos estilísticos ¿Ves? La palabra conjunto siempre va en la definición además a los profes le gusta esa palabra: conjunto, nadie sabe bien lo que es pero gusta, sobre todo funciona, dedíquese a lo que funciona. Pero no vos creés que te jodieron la vida, pero la vida fue generosa con vos. Me contás cómo empezaste? Te cuento desde el momento cero anterior y en la voz de la pendeja calentona que luego de esa noche me convertí en Mateo:
20 de febrero de 1975, San Isidro, Buenos Aires
Lo conocí en el Bar Imperial, Él estaba en la barra, tendría unos treinta y tantos. A mí me había gustado su nariz, además tenía una sonrisita picarona. Me fui hasta la barra. Lo saludé. Él miró, apenas sonrió,  dijo:
-No vendo bebidas alcohólicas a menores de edad- en ese entonces yo tenía dieciséis años años. Contesté-no necesito a que mi padre me diera permiso para tomar algo.
Entonces él sonrió, me pasó su Whiski, luego fueron dos, tres. Y así me encontró el sol al otro día desnuda y con dolor de cabeza en una pieza rancia cuyo olor a humedad no hacía más que darme arcadas.
Una madrugada vino al conventillo, golpeó la puerta de mi habitación. Abrí ¿qué hacés vos por acá?- pregunté.
-Dormí todo el día por ahora no pude pegar un ojo en la almohada.
-¿Y qué te creés que soy la chica clonazepam?
-No, eso lo decís vos, vine a visitarte.
-¿A visitarme, a las tres de la madrugada? ¡Vamos… que no soy ninguna boluda!
-Bueno, la verdad es que necesito relajarme.
¿Y quién pensás que soy, la mina que se levanta a las tres de la madrugada y dice che, me voy a preparar porque seguro que Él  durmió todo el santo día, porque no trabaja para nadie, está al pedo siempre, entonces de noche el mozo anda ansioso y vendrá a visitarme  a las tres de la madrugada, entonces sólo tengo que esperar que golpee con su llave la puerta, de mi departamento tres veces para que yo sepa que viene Él, a quien le tengo que dar una buena mamada para que el señor se relaje?
-Por qué sos así, boluda si sabés que te quiero y si pudiera...


Dale, vení acostate abrazame fuerte…muy. Boludo…te extraño, no sé en qué te metés…y a mí me tenés acá febril todo el tiempo…

domingo, 4 de diciembre de 2016

Nocturno 2



La noche cae lentamente como el humo del Parisiennes que se consume  como un deseo,  como el deseo de escribirte, una vez más, dos, tres, mil, infinitamente. La mirás y ella camina como coqueteándote, encendida y cristalina. Sus ojos parpadean como transmitiendo un sí, luego un no. Camina firme por la casa, como una ninfa despechada, así de bella, así de hermosa. Ahora, distrayéndose o abstrayéndose como cuando llama o rompe el deseo apura sus pasos, se escucha el sonido de los zapatos taco aguja, sus pasos retumban suavemente tal cual si fuese un redoblante de un cortejo. La ansiedad se intensifica entre figuras geométricas, primero un triángulo equilátero, luego un polígono,  una circunferencia recta que la lleva al punto, pero se le escapa. Un tanto más histérica vuelve a la carga en semicírculo, luego un círculo desenfrenado hasta que por fin, la mosca que era la voz activa de su  aleteada en un pasaje a una voz  pasiva encontró su derrotero en esa boca que se deleitaba como un griego una aceituna. Sin ninguna alteración que la detuviese te mueve la cola y se echa a dormir en el futón.   El ruido del hielo  en el vaso, el sabor que imprime su ausencia el bermellón en los labios. Afuera los chicos y las chicas por la Alberdi se buscan por vez tercera, adentro en un viernes 3 A.M., el televisor la cara de informado de Lanata, ¿podrías bancarte ese defecto? Adentro vos  ateo practicante, del otro lado  de la 25 de mayo habita el  silencio  de las revistas de moda  como la moda habita en  las revistas.  El huevo puso a la gallina. Mientras tanto leés por ahí “Hay silencios que hablan así como hay palabras que no dicen nada. Hay silencios que demandan. Hay silencios que matan, otros que provocan. Hay silencios ligados a la impotencia, a la cobardía, a la prudencia. Hay silencios represivos. Hay silencios que liberan. Hay silencios que angustian...”  Dicen los que saben que la comunicación indirecta es más sutil y profunda. Leés unos tuits y  observás cómo la voz de Cioran, Nietzsche, Husserl viven ahí mismo en esa pantalla,   pero  atravesándola o trasvasándola  habitando otros  otras virtualidades, de antaño, contemporáneas y llegan a vos... esas palabras, frases o sentidos en algunos casos quedan, otras se transforman, otras se van, otras esperan para entrar y así la cosa va...de todas sale la propia por eso ni paroxismo ni desesperación: DESEO. Tiempos en los que se escuchaba Estelares, Madagascar, Melancolía, Día perfecto y demás. Los recuerdos quieren entrar. Entran.  Te extrañás  no sabías si la profundidad te llevó a ver que siempre se puede ir aún más a lo profundo, lo cierto es que se nada en lo profundo, casi que como para probar-se-nos, la búsqueda de  certezas, pero las certezas están a  la entrada, mientras que a la salida la confirmación las diferencias ¿para qué? Son como pastillas tranquilizadoras, packs de  progreso, dale que vas bien.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Diurno-Sesión 6

Martes 16:30 P.M.
Abre la puerta, despide a una chica de unos diecisiete años. Me mira y sonríe.
-Hola, Mariana. Le doy besos en la mejilla.
-Pasá, Mateos, sentate, ponete cómodo. Cierra la puerta se sienta al escritorio. Se sirve un vaso de agua y pregunta: ¿Agua?
-No, no, está bien así.
-¿Cómo andás? ¿Qué tal la semana?
-Bueno, mirá,  justamente, ayer estuve a punto de llamarte. Te iba a pedir para adelantar el turno.
-Ahh, ¿y qué pasó… por qué no lo hiciste?
-Vos sabés, que estaba muy angustiado, quería hablar pero no quería molestar, así que me la aguanté.
- A ver, ¿de qué trata?¿ Por qué la angustia? ¿Te pasó algo o…?
-No, nada nuevo, no sé se me hizo insoportable el día, pero a la noche tomé el quita penas y me dormí.
-¿quita penas?
-Sí, tomé una pastilla, alplax…me relajé y me dormí.
-Ahhh, claro. Bueno mirá (me muestra su agenda) ayer tuve una sola paciente, así que tranquilamente pudimos adelantar el turno, así que,  de ahora en más si te encontrás en ese estado, sabés que podés contar conmigo.
- Si pasa que, insisto, no quería molestar, se me hacía que si te llamaba lo hacía. De todos modos, no fue la gran cosa, aunque por momentos sí.
-Asintió. Bueno, contame…
-Cuando venía para acá pensaba en que no me está yendo bien en el trabajo. Trato de huir todo el tiempo de los demás, como si quisiera estar solo, abstraído….no preparo muy bien que digamos las clases, igual no soy muy buen profesor, soy mejor estudiante.
-¿Cómo es eso?
-Bueno que le disparo a mis colegas. La semana pasada, la encontré a mi directora de estudios. Me dice: “Mateos, te pasa algo que andás faltando?” A lo que le dije, sí, sí estoy encerrado todo el tiempo en mi departamento, vio?, es chico, entonces el humo del cigarrillo, entonces la humedad, y otras cosas me llevaron a una gripe, así que ahora abro de par en par todas las ventanas, que entre el sol, que se airee la casa, todo el día. Vos no te imaginás, la cara de esa mujer, asombrada ahí mirándome. ¿ Viste que lo que más ahuyenta a las personas es hacerse el loco? Bueno, pasó eso. La tipa disparó de mi lado, jajajaj
-Sí, todo lo anormal asusta un poco. Y vos jugás con eso…
-Sí, al menos, me divierte un poco, aunque hoy a la mañana la crucé y no me saludó, siquiera.
-¿Acaso, no era eso lo que querías?
-Sí, digamos que sí…  pero como siempre entro en contradicciones.
-Bueno pero ¿cómo es eso que no sos un buen profesor? ¿Qué es ser un buen profesor?
-No, no sé…me siento así…que no doy clases, voy tiro ahí unas fotocopias a los estudiantes y que lean. Improviso sistemáticamente. No sé, supongo que un buen profesor, para empezar al menos disimula la poca o mucha ganas de dar clase. Va y la da, la prepara antes, pregunta dialoga, explica, transfiere…yo en este momento estoy lejos de eso.
-¿Eso es lo que te define, estas circunstancias?
-No, pero querría mejorar y me siento devastado, sin ánimo. Se me hacen interminables las horas…es soportar y soportar…
-Mateos, enfócate…tenés que parar un poco, pará un poco esa cabeza.
-Uff, si yo pudiera! Me querés decir cómo hago para parar, si se parece a un trompo, no paro de girar en ahí en ese punto fijo, cada vez con más fuerza…
-¿Es la chica de quién me hablaste la otra vez?
-Sí… nunca necesité...
-¿Cómo era que se llamaba?
-Alexia.
-Decime, ¿cómo quedaron con Alexia?
-No, en nada. La otra vez la vi en línea y le envié un mensaje … ni contestó. Me mantiene imantado, no puedo despegarme…
Silencio
-¿En qué pensás, Mateos?
-Mariana, te lo estoy diciendo…
-Sí, claro. ¿Qué de ella o cómo la pensás?
-Se me viene en la mente, en todo momento, hago miles de conexiones. Estoy paranoico, jajaja
Silencio
-Qué bueno que puedas reírte, Mateos. ¿Decime qué es estar paranoico?
 -No sé pienso, una suerte de fantasías, algunas son como si todo el mundo conspira en favor o en contra, bueno el mundo sería mejor ella…como si fuese que ella está las veinticuatro horas maquinado y ejecutando planes maléficos o generosos para conmigo…Estoy muy agotado, Mariana.
-Bueno, mirá vamos a dejar la sesión acá, tratá de descansar! Y Pará el trompo!
-Intento pero todo me lleva a ella.
-¿Decime, el amor es la única forma de descansar?
-Supongo que no, además creo que es tema para otra sesión.
-¿Te pareció una sesión?
-No voy a ser yo quien diga si fue o no una sesión, pero me voy más tranquilo.
-¿El martes a la misma hora?
-sí, está bien.
-Ya sabés, si te sentís mal, me avisás, eh?
-Sí, cualquier cosa chiflo jajajaj. El martes nos vemos, además quería hablar de otras cosas que hoy…
-El martes lo hablamos en sesión, si?...
-Dale.
- Te espero.

Nocturno 1


 
Estás escuchando R.E.M. - Everybody Hurts casi, casi como una confirmación de lo que es la noche, poseída-desposeída. Un bordado, a punto de saltar de la remera. Es un instante, ahora te pica la cabeza, cosquillas en la mano, la izquierda (qué paradoja). Te rascabas la cabeza, sin preguntarte los por qué, en piloto automático, en tanto pensabas en la mano, la superstición, ay!, la superstición…recordaste que a la siesta fuiste al cajero mecánico del banco, luego al del súper, y nada que hacer, todos fuera de línea. Vos con veinte mangos en el bolsillo y sin puchos. Eso fue por la picazón en la izquierda, al menos si te picaría la mano derecha los veinte mangos se multiplicarían, pero la noche es larga, densa. Y pensás   en que  en esta parte de la noche ella estaría estallando en orgasmos, y te vienen a visitar los recuerdos: las imágenes de su expresivo rostro, de los encuentros, salís de ahí y te sirve pensar que a dos cuadras estarían dos lesbianas  acostadas fumando a media, un Parissienes,  sonriéndose, una a la otra en medio de un hipoplacer. A vos te muerde otra cosa, un parásito; un parásito que te desnutre  lentamente, un bichito invisible, llamado tiempo. Anda por el desfiladero del lenguaje, pero reflexionás que es una edad jodida la de los cuarenta. Si mirás hacia atrás, lo que se dice  veinte años ocurrió la semana pasada y cuando mirás hacia delante los sesenta son el mes que viene y te jode la discordancia mental que no captura al cuerpo de tal manera sino que al revés, el cuerpo le envía información a la mente y la información suele ser aplastante como la noche ¿por qué no pensás en otra cosa?¿ En qué querés que piense o vos creés que yo elijo pensar? Me piensan, a veces sólo a veces, muy a veces  pienso, por lo general me piensan desde antes de nacer, con decirte que me pusieron un nombre y apellido. El principio de sujeción. Te acordás del bar de Posadas que cuando el mozo te trajo la ensalada te preguntó ¿vinagre o aceto? Te pensaron desde dos perspectivas el balsámico y el alcohólico, mucho antes de que te sientes allí. Lo mismo pasa con los cajeros, a los  mecánicos o al otro día a la mañana tempranito a la ventanilla. Te falta poco para terminar algunos trabajos pendientes, te decís a vos mismo que no estuvo mal el año, que deberías en las vacaciones terminar lo que empezaste a escribir alguna vez, que aunque sean vacaciones hay otros trabajos que te esperan como la noche a que te duermas. Ves al costadito de la pantalla de youtube, U2 - With Or Without You. Cliqueás, allí. Te servís un vaso de coca, te clavás un alplax. Se apagó el velador. Te tapaste y la computadora seguía pasando videos pero vos no los escuchaste, dormías.