Anuncié mi llegada y me senté a
esperar. A los diez o quince minutos se abrió la puerta del consultorio, sale
una chica de unos veinte años, cruzamos miradas, también sonrisas, de esas
cómplices.
¡Hola, Mariana! ¿Cómo estás?
Mateo, sentate. Mirá quería disculparme
pero me había salido de improviso el viaje que te comente por mensaje, el
martes pasado, así espero me las aceptes.
-Sí, Mariana. No pasa nada. Está
bueno también, pensarse para sí y no para otro…no sé trato de encontrarle
cierta explicación, nada más.
-¿ay, Mateos! Para vos todo tiene
que tener una explicación?
-No lo sé, sólo trato de buscarla
en todo lo que yo haga.
-Bien, contame.. cómo te fue en
todos estos quince días.
-Recién, cuando salí, tu paciente
me miró y se sonrió, yo hice lo mismo.
-Ahh, ¿ mirá y se conocen?
-No, lo traigo sólo porque yo la
otra vez te dije que jugaba un poco con eso de “lo anormal” y parece que
encontré compañera de juego, digo con la chica que salió… ese momento fue muy
de complicidad…
-jajajaj ay, Mateo, sos terrible!
Me abstengo de hablar de mis pacientes, pero si vos le encontraste ese sentido,
déjalo ahí. Decime..
Silencio
-Tengo mucho para decir.
-Me imagino hace quince días no
nos vemos.
-Puedo titular la sesión de hoy.
- A ver, ¿cómo sería eso?
-Todo lo que hacemos acá es
hablar, hacemos textos, entramamos-desentramamos, entonces cuando venía para
acá, pensé que estaría bueno ponerle un título a todo lo que hablásemos hoy.
-¿Entonces, cómo lo titularías?
-Agarrate fuerte: la sesión de
hoy la título “Mi problema con las mujeres”
-jajaj, bien, lindo título.
-Para una novela, jajaja
-Bueno y contame, entonces por
qué el problema de las mujeres
-La otra vez, yo te había dicho
que quería hablar de…
-Alexia
-Exacto, bueno como no dio para
más el tiempo dejamos para el martes pasado con lo cual suspendida la sesión lo
traigo hoy de nuevo. Yo te había dicho que le había escrito un wasap y que
nunca respondió, ¿te acordás?
-Sí, sí.
-Bueno, cuando ello ocurrió me
brotó cierto desconcierto, que luego se fue transformando en una suerte de
bronca y enojo, entonces decidí salir de ahí, dejar de pensar en ella o algo
así, “el trompo” finalmente se inclinó para un costado y paró, dejé de boyar y de
buscar boya en ella y decidí contactarme con otras chicas, así que abrí el chat
de Facebook, antes siempre miraba lo que pasaba por ahí pero a chat cerrado,
empecé a mirar los contactos que había en línea, en eso veo a Valeria, esta
chica muna vez hace dos años maso se me había largado, me había dicho que tenía
onda conmigo.
-Mirá, qué bien!
-Sí, me pidió que la ayudase con
un trabajo, cosas así así que le dije que la esperaba en casa fue a la siesta,
más tarde antes de que ella se fuera ahí se largó, pero esa vez yo la dejé
pasar. Dije que otra vez podíamos encontrarnos, tomar algo a la noche, en un
plan más tranqui…. Me dijo que sí, le
mandé un par de mensajes y nada nunca pasó nada por nunca más vino. Después
supe que se había juntado y que había quedado embarazada, hasta ese día que la
vi en Facebook.
-Mateo, ¿ por qué no pasó nada
ese día? ¿Digo porque no concretaron?¿Te gustaba, Valeria?
-sí, sí…linda…muy…lo que ocurre
es que yo no me la esperaba, o sea, tengo mis tiempos, no es de inmediato lo
mío, tiene que madurar
-¿Cómo una fruta?
-Y más o menos
-Digo, el deseo…
-Sí, tengo amigo que para ellos
es más fácil las cosas. Una mina le cierra un ojo y ellos se excitan y ya van y
garchan, les guste o no, lo mío es más del orden, como vos decís, del
deseo, si no me genera algo, la dejo
pasar, me pueden guiñar el ojo, se pueden poner en bola frente a mí pero si no
me va, no me va, yo soy el que selecciono.
-Eso, está muy bien, ser sujeto
deseante.
-Un poco boludo ¿no?
-No, boludos son tus amigos que
no indagan su deseo, y le meten a lo que
esté en frente.
-Sí, si lo miramos desde esa
perspectiva.
-¿de qué otra se puede mirar?
-No lo que quiero decir es que no
lo había pensado, actúo así, a veces muy en piloto automático.
-Bueno, pero insisto está bueno porque
no te dejás llevar, y te dejás llevar por el deseo.
-Sí, eso sí. Bueno el caso es que
le escribo y ella responde. De entrada, le pregunté si estaba en pareja. A lo
que me respondió que no, que eso era un bardo, estaba todo mal. Entonces ahí
nomás la invité a comer algo en casa. Accedió, pero me dijo que espere unos
días porque bueno, trabaja y más con su hijo y cosas así tenía que encontrar un
tiempo disponible. Le dije que no había apuros, pero al otro día nomás me
escribió diciéndome que iría el viernes a eso de las 23:00. Así que sucedió
ello, fue a casa, comimos pizza. Estaba muy flaquita, se le notaba que no eran
buenos tiempos para ella, su físico le pasaba factura. Bahh, linda pero había
algo en su cuerpo, en su rostro, su postura corporal me brindaba señales de que
bien no la andaba pasando. Esa noche, decidí escucharla, primero no me quería
decir nada, hasta que se largó, su pareja la había molido a golpes, de hecho le
había quedado el estigma. Me acuerdo que una vez leí por ahí una cita que decía
“cuando alguien golpea a otro no es al cuerpo al que le quiere dar”. Pero ahí estaba
la marca que la desacreditaba, en el cuerpo. Luego también comentó que todavía
la molestaba, por la hija, por ella, que era celoso, y esas cosas…un rato antes
de que ella se fuese volvió sobre esa vez que nos encontramos, y me dijo que la
onda estaba y que siempre estuvo. Nos besamos ahí qué sé yo…pero no pasó más que eso, prometimos volver a vernos,
así nada. Ahh, lo que me olvidaba de contarte, justo en plena charla con
Valeria, recibo un mensaje, Alexia, sonreí cuando vi ese mensaje porque el
orden cósmico hacía lo suyo.
-Mirá vos, y qué hiciste con el
mensaje.
-No, no lo contesté más.
-Y, ¿cómo quedaron con Valeria?
- Bueno resulta, me hacía un poco
de ruido, sobre todo si el loco, su pareja andaba detrás de ella, me había
ganado un quilombito importante, qué sé yo cómo puede actuar un tipo así.
-Y, ¿vos cómo andás con los
celos?
-Yo, no nada, no le doy bola…no
es que no sea celoso, aprendí a salir de ahí, simplemente, no demuestro o al
menos no trato de demostrarlo, lo menos
posible, pero también tiene que ver con qué persona, hay matices para mis celos.
-Bueno ¿qué pasó?
-Nos vimos un par de veces más.
Me di cuenta de que ella buscaba tener la espalda ancha, recostarse sobre mí.
-¿por?
-La última vez, fue a casa
tomamos cervezas, empezamos las caricias, beso y cosas así. Hasta que en lo
mejor estalló….con un ¿vos pensás que soy una trola? A lo que le respondí no,
no pienso así, pero no de vos de ninguna mina, digo si lo que se quiere es
pasarla bien eso no te convierte en trola, no es una categoría con la que me
manejo. Ella, casi enojada, yo sí!, así que vamos despacio. Ahí me dí cuenta, le
dije que sí, todo bien, por dentro dije nos vemos en Júpiter. Así que, se fue
hasta el día de hoy no supe más de ella.
-Sí, y vos decías que ahí te
diste cuenta ¿de qué?
-Eso, que yo era una alternativa real
para ella, en caso de que se estrellen los planetas, el sol se acercase a la
tierra o se congele el planeta, jajajaj y en caso de que ello ocurra ahí recién
lo iba a pensar.
-jajaja. Bueno no pienses, así.
No sabemos bien cuáles son las circunstancias reales. Pero bien, decidiste, eso
vale.
- Bueno, esto no termina acá. La
voy a hacer corta. Estaba el otro día en la escuela, en eso veo una profe, se
me hacía conocida, de algún lugar. Yo
estaba con una colega, Fernanda hablando ella se acercó, saludó y no sé qué
dijo. Me había acordado que yo a esa profe la conocí en un curso, una
capacitación. Y fue así, ese día hacía un frío que te congelabas. Yo salí del SUM de un colegio
que era donde se hacía la capacitación, alguien me siguió y dejó la puerta
abierta. Yo, prendí mi pucho al costado y me quedé ahí. En eso, la mina esta me
dice algo, yo desde afuera repregunté. Ella, me dice muy enojada ¡Cerrá la
puerta!. Yo, me sonreí y le dije cerrala vos! Muy furiosa, se vino la cerró,
zás!!!El ruido del portazo! Yo no le dí importancia, más adelante en la jornada
nos cruzamos un par de veces más, ella
insistía en mostrarme su enojo, me miraba mal. Yo pensé que eso que
estaba sucediendo era algo del orden cósmico, porque para el colmo, estaba
buena, es decir, la había visto linda, y que ahí estaba jugando el azar. Al
final algo de razón tenía porque no habíamos vuelto a encontrar, pero esta vez
ella en lugar de insistir en mostrar su enojo o rencor, se mostraba simpática,
y quería conectar. Yo, como siempre algo indiferente. Pero le pregunté a mi
colega, cómo se llamaba para buscarla en Facebook. Fernanda, me dice, eh?,
sorprendida. Sí, qué tiene. Ella me responde, no nada qué sé yo…Y bueno, me vas a decir o no, le
dije. Sí, boludo buscala como Melina Rodríguez, y así fue. La busqué, y ya me
puse a mensajear. Intercambiamos números de celular y de ahí pasamos a wasap…
la invité a charlar a casa, me dice que no que ella no iba a la casa de nadie,
y ese tipo de cosas, entonces me ella me dice donde vivía, supuse que quería
que yo fuese a su casa y no al revés, charlábamos mucho por wasap, ella decía
que le gustaba conversar conmigo. Yo le contestaba que también. Hasta que en un
momento, eso fue la semana pasada me envía un mensaje, preguntándome qué hacía.
Le contesté que estaba haciendo un trabajo para un postítulo lo cual era
cierto. Dejé lo que estaba haciendo y me puse charlar con ella. Todo bien hasta
que me dice, hoy está lindo para ver una película, está fresco…yo te invitaría
si no fuese muy tarde. Entonces, lo que para mí era una invitación, le
constesté que sí que era muy cierto es tarde, yo no iba a mover de casa.
-A ver, paremos ahí ¿vos decías
que para vos era una invitación, que Melina te gustaba por qué no fuiste o por qué no le dijsite que
sí que estaba lindo para ver, ponele la película?
-Mariana, fue y no una
invitación. Le saqué la ficha. Ella estaba averiguando hasta dónde yo me sentía
movido por ella.
-¿seguro?
-Muy…
-De hecho, yo la había invitado
como te dije a casa, luego una vez le pregunté si estaba en su casa que yo
andaba cerca, y me dijo que ya estaba acostada y cosas así. Me dio la impresión
de que no estaba conforme con su cuerpo.
-¿por?
-Intuiciones.
-¿Pero y qué tenía su cuerpo?
-Para mí, nada…pero bueno antes
te dije intuiciones que no son más que ellas no es más que conocimiento, y
había cierta recurrencia indirecta en las charlas a su cuerpo. En fin…
-Bueno, con estas dos chicas…
-No pará hay una más, al menos de
las que quiero hablar hoy.
-Bueno, Mateo, pero estás girando
sobre los demás ¿y vos?
-jajaj, Mariana, ya te titulé la
sesión, jajaj.
-Cierto, me olvidaba.
-Es algo gracioso.
- A ver…
-Estaba el viernes en la
verdulería. En eso entra Anabella, una
chica que conocí la conocí en tuiter.
-Mateo y las redes sociales.
-Y sí, viste hay un antropólogo lingüista
o algo de eso, dice que “estamos amordazados por la cultura” Bueno, ahí en eso
andamos.
-jajaj qué bueno eso. Contame
-La vi decía en la verdulería, yo
justo salía así que nos miramos y el cruce de miradas quedó flotando como una
nube espesa. Como te dije, la tenía en tuiter, en Facebook, en Instagram y toda
red que existiese, jajaja. Un día esto hace mucho. Limpié ciertos contactos y
como con ella no interactuaba la saqué de todas las redes. Entonces ese día no
bien entré en casa le envié una solicitud de Facebook. Al rato ya había
aceptado, así que le envié un mensaje. Contestó. Así que comenzamos a hablar y
ya intercambiamos números de teléfonos. Ella tiene su pareja.
-Ahhh, mirá… ¿entonces?
-No nada, un dato objetivo,
jajaja. Bueno el caso es que el sábado le pregunto qué hacía, por wasap. Ella
me contestó que estaba mirando una porno.
- A ver, ¿eso te dijo?
-Sí.
-Ya me imagino al lacaniano,
Mateo, qué le contestaste.
-jajajaj. No no es lo que pensás.
-Mateo, qué sabés lo que estoy
pensando.
-Mariana, lo sé…me dijiste
lacaniano.
-jajaj, sos hermoso.
-A veces, ajajaj. Bueno el caso
que yo a ese mensaje lo tomé como que la piba me estaba tomando el pelo.
-¿Cuántos años tiene?
-No lo sé…veinte….veinte y pico…
-Bien, nunca una de treinta y
pico, ¿no?
-sí porqué ¿no? No se da o está
casadas jajaja
-vamos… bueno ¿qué le contestaste?
-Bueno como te decía, ella me
tomó el pelo, entonces le pregunté ¿y qué tal el argumento?
-¿qué?
-Y sí, qué argumento va a tener
una porno! Ajajja
-jajajaj
-Ella me dice, no lo sé pero es excitante.
Yo, desvié la conversación. Eso era a las tres y media de la tarde. Al rato me
dice, que me dejaba, o sea, dejaba la conversación porque se iba a laburar.
-Bien ¿y en qué quedaron?
-Nada, me estaba boludeando.
Quería que prendiera en eso del porno. Además, le dije que me estaba
boludeando. Ella, me preguntó por qué creía yo que me había pasado el número de
ella y esas cosas…bueno quedó ahí, en nada.
-Mirá, Mateo. Lo importante acá
no es si te boludean o no. Siempre es qué es lo que vos querés, los o en este
caso las demás, pueden hacer lo que se les cante y está en vos que se lo
permitas. ¿Qué querés?
Silencio
-Hay alguien que dice en una poesía, bastante
floja pero para mí tiene significatividad un verso que dice “como el deseo de
seguir narrándote”. Creo que es lo que mejor define a lo que quiero en este
momento, escribir, escribir-me.
-¿Vos te estás escribiendo o te
estás dejando escribir? Te lo pregunto, porque estás buscando laberínticamente
ciertas historias que no tienen sentido, quedan ahí. Alexia, Valeria, Melina,
Anabella, ¿vos no eras acaso que seleccionabas?
-El mundo es complejo para todos,
lo que quiero es escribir en su complejidad, en clave actual, para eso necesito
parasitarme de estas historias, sin sentido, claro. ¿Acaso la evanescencia y lo
efímero no son características actuales?
-¿Te gusta el riesgo, eh?
-No podría vivir ni escribir de
otra manera.
-Bien, Mateo. Terminamos la
sesión ¿El martes a las 16:30?
-Sí, no hay problemas.
-Te espero. Que sigas bien.
-Nos vemos.