domingo, 18 de diciembre de 2016

Diurno- sesión 7


Anuncié mi llegada y me senté a esperar. A los diez o quince minutos se abrió la puerta del consultorio, sale una chica de unos veinte años, cruzamos miradas, también sonrisas, de esas cómplices.
¡Hola, Mariana! ¿Cómo estás?
Mateo, sentate. Mirá quería disculparme pero me había salido de improviso el viaje que te comente por mensaje, el martes pasado, así espero me las aceptes.
-Sí, Mariana. No pasa nada. Está bueno también, pensarse para sí y no para otro…no sé trato de encontrarle cierta explicación, nada más.
-¿ay, Mateos! Para vos todo tiene que tener una explicación?
-No lo sé, sólo trato de buscarla en todo lo que yo haga.
-Bien, contame.. cómo te fue en todos estos quince días.
-Recién, cuando salí, tu paciente me miró y se sonrió, yo hice lo mismo.
-Ahh, ¿ mirá y se conocen?
-No, lo traigo sólo porque yo la otra vez te dije que jugaba un poco con eso de “lo anormal” y parece que encontré compañera de juego, digo con la chica que salió… ese momento fue muy de complicidad…
-jajajaj ay, Mateo, sos terrible! Me abstengo de hablar de mis pacientes, pero si vos le encontraste ese sentido, déjalo ahí. Decime..
Silencio
-Tengo mucho para decir.
-Me imagino hace quince días no nos vemos.
-Puedo titular la sesión de hoy.
- A ver, ¿cómo sería eso?
-Todo lo que hacemos acá es hablar, hacemos textos, entramamos-desentramamos, entonces cuando venía para acá, pensé que estaría bueno ponerle un título a todo lo que hablásemos hoy.
-¿Entonces, cómo lo titularías?
-Agarrate fuerte: la sesión de hoy la título “Mi problema con las mujeres”
-jajaj, bien, lindo título.
-Para una novela, jajaja
-Bueno y contame, entonces por qué el problema de las mujeres
-La otra vez, yo te había dicho que quería hablar de…
-Alexia
-Exacto, bueno como no dio para más el tiempo dejamos para el martes pasado con lo cual suspendida la sesión lo traigo hoy de nuevo. Yo te había dicho que le había escrito un wasap y que nunca respondió,  ¿te acordás?
-Sí, sí.
-Bueno, cuando ello ocurrió me brotó cierto desconcierto, que luego se fue transformando en una suerte de bronca y enojo, entonces decidí salir de ahí, dejar de pensar en ella o algo así, “el trompo” finalmente se inclinó para un costado y paró, dejé de boyar y de buscar boya en ella y decidí contactarme con otras chicas, así que abrí el chat de Facebook, antes siempre miraba lo que pasaba por ahí pero a chat cerrado, empecé a mirar los contactos que había en línea, en eso veo a Valeria, esta chica muna vez hace dos años maso se me había largado, me había dicho que tenía onda conmigo.
-Mirá, qué bien!
-Sí, me pidió que la ayudase con un trabajo, cosas así así que le dije que la esperaba en casa fue a la siesta, más tarde antes de que ella se fuera ahí se largó, pero esa vez yo la dejé pasar. Dije que otra vez podíamos encontrarnos, tomar algo a la noche, en un plan más tranqui…. Me dijo que sí,  le mandé un par de mensajes y nada nunca pasó nada por nunca más vino. Después supe que se había juntado y que había quedado embarazada, hasta ese día que la vi en Facebook.
-Mateo, ¿ por qué no pasó nada ese día? ¿Digo porque no concretaron?¿Te gustaba, Valeria?
-sí, sí…linda…muy…lo que ocurre es que yo no me la esperaba, o sea, tengo mis tiempos, no es de inmediato lo mío, tiene que madurar
-¿Cómo una fruta?
-Y más o menos
-Digo, el deseo…
-Sí, tengo amigo que para ellos es más fácil las cosas. Una mina le cierra un ojo y ellos se excitan y ya van y garchan, les guste o no, lo mío es más del orden, como vos decís, del deseo,  si no me genera algo, la dejo pasar, me pueden guiñar el ojo, se pueden poner en bola frente a mí pero si no me va, no me va, yo soy el que selecciono.
-Eso, está muy bien, ser sujeto deseante.
-Un poco boludo ¿no?
-No, boludos son tus amigos que no indagan su deseo, y le meten  a lo que esté en frente.
-Sí, si lo miramos desde esa perspectiva.
-¿de qué otra se puede mirar?
-No lo que quiero decir es que no lo había pensado, actúo así, a veces muy en piloto automático.
-Bueno, pero insisto está bueno porque no te dejás llevar, y te dejás llevar por el deseo.
-Sí, eso sí. Bueno el caso es que le escribo y ella responde. De entrada, le pregunté si estaba en pareja. A lo que me respondió que no, que eso era un bardo, estaba todo mal. Entonces ahí nomás la invité a comer algo en casa. Accedió, pero me dijo que espere unos días porque bueno, trabaja y más con su hijo y cosas así tenía que encontrar un tiempo disponible. Le dije que no había apuros, pero al otro día nomás me escribió diciéndome que iría el viernes a eso de las 23:00. Así que sucedió ello, fue a casa, comimos pizza. Estaba muy flaquita, se le notaba que no eran buenos tiempos para ella, su físico le pasaba factura. Bahh, linda pero había algo en su cuerpo, en su rostro, su postura corporal me brindaba señales de que bien no la andaba pasando. Esa noche, decidí escucharla, primero no me quería decir nada, hasta que se largó, su pareja la había molido a golpes, de hecho le había quedado el estigma. Me acuerdo que una vez leí por ahí una cita que decía “cuando alguien golpea a otro no es al cuerpo al que le quiere dar”. Pero ahí estaba la marca que la desacreditaba, en el cuerpo. Luego también comentó que todavía la molestaba, por la hija, por ella, que era celoso, y esas cosas…un rato antes de que ella se fuese volvió sobre esa vez que nos encontramos, y me dijo que la onda estaba y que siempre estuvo. Nos besamos ahí qué sé yo…pero no  pasó más que eso, prometimos volver a vernos, así nada. Ahh, lo que me olvidaba de contarte, justo en plena charla con Valeria, recibo un mensaje, Alexia, sonreí cuando vi ese mensaje porque el orden cósmico hacía lo suyo.
-Mirá vos, y qué hiciste con el mensaje.
-No, no lo contesté más.
-Y, ¿cómo quedaron con Valeria?
- Bueno resulta, me hacía un poco de ruido, sobre todo si el loco, su pareja andaba detrás de ella, me había ganado un quilombito importante, qué sé yo cómo puede actuar un tipo así.
-Y, ¿vos cómo andás con los celos?
-Yo, no nada, no le doy bola…no es que no sea celoso, aprendí a salir de ahí, simplemente, no demuestro o al menos no trato de  demostrarlo, lo menos posible, pero también tiene que ver con qué persona, hay matices para mis celos.
-Bueno ¿qué pasó?
-Nos vimos un par de veces más. Me di cuenta de que ella buscaba tener la espalda ancha, recostarse sobre mí.
-¿por?
-La última vez, fue a casa tomamos cervezas, empezamos las caricias, beso y cosas así. Hasta que en lo mejor estalló….con un ¿vos pensás que soy una trola? A lo que le respondí no, no pienso así, pero no de vos de ninguna mina, digo si lo que se quiere es pasarla bien eso no te convierte en trola, no es una categoría con la que me manejo. Ella, casi enojada, yo sí!, así que vamos despacio. Ahí me dí cuenta, le dije que sí, todo bien, por dentro dije nos vemos en Júpiter. Así que, se fue hasta el día de hoy no supe más de ella.
-Sí, y vos decías que ahí te diste cuenta ¿de qué?
-Eso, que yo era una alternativa real para ella, en caso de que se estrellen los planetas, el sol se acercase a la tierra o se congele el planeta, jajajaj y en caso de que ello ocurra ahí recién lo iba a pensar.
-jajaja. Bueno no pienses, así. No sabemos bien cuáles son las circunstancias reales. Pero bien, decidiste, eso vale.
- Bueno, esto no termina acá. La voy a hacer corta. Estaba el otro día en la escuela, en eso veo una profe, se me hacía conocida, de algún lugar.  Yo estaba con una colega, Fernanda hablando ella se acercó, saludó y no sé qué dijo. Me había acordado que yo a esa profe la conocí en un curso, una capacitación. Y fue así, ese día hacía un frío que  te congelabas. Yo salí del SUM de un colegio que era donde se hacía la capacitación, alguien me siguió y dejó la puerta abierta. Yo, prendí mi pucho al costado y me quedé ahí. En eso, la mina esta me dice algo, yo desde afuera repregunté. Ella, me dice muy enojada ¡Cerrá la puerta!. Yo, me sonreí y le dije cerrala vos! Muy furiosa, se vino la cerró, zás!!!El ruido del portazo! Yo no le dí importancia, más adelante en la jornada nos cruzamos un par de veces más, ella  insistía en mostrarme su enojo, me miraba mal. Yo pensé que eso que estaba sucediendo era algo del orden cósmico, porque para el colmo, estaba buena, es decir, la había visto linda, y que ahí estaba jugando el azar. Al final algo de razón tenía porque no habíamos vuelto a encontrar, pero esta vez ella en lugar de insistir en mostrar su enojo o rencor, se mostraba simpática, y quería conectar. Yo, como siempre algo indiferente. Pero le pregunté a mi colega, cómo se llamaba para buscarla en Facebook. Fernanda, me dice, eh?, sorprendida. Sí, qué tiene. Ella me responde, no nada  qué sé yo…Y bueno, me vas a decir o no, le dije. Sí, boludo buscala como Melina Rodríguez, y así fue. La busqué, y ya me puse a mensajear. Intercambiamos números de celular y de ahí pasamos a wasap… la invité a charlar a casa, me dice que no que ella no iba a la casa de nadie, y ese tipo de cosas, entonces me ella me dice donde vivía, supuse que quería que yo fuese a su casa y no al revés, charlábamos mucho por wasap, ella decía que le gustaba conversar conmigo. Yo le contestaba que también. Hasta que en un momento, eso fue la semana pasada me envía un mensaje, preguntándome qué hacía. Le contesté que estaba haciendo un trabajo para un postítulo lo cual era cierto. Dejé lo que estaba haciendo y me puse charlar con ella. Todo bien hasta que me dice, hoy está lindo para ver una película, está fresco…yo te invitaría si no fuese muy tarde. Entonces, lo que para mí era una invitación, le constesté que sí que era muy cierto es tarde, yo no iba a mover de casa.
-A ver, paremos ahí ¿vos decías que para vos era una invitación, que Melina te gustaba   por qué no fuiste o por qué no le dijsite que sí que estaba lindo para ver, ponele la película?
-Mariana, fue y no una invitación. Le saqué la ficha. Ella estaba averiguando hasta dónde yo me sentía movido por ella.
-¿seguro?
-Muy…
-De hecho, yo la había invitado como te dije a casa, luego una vez le pregunté si estaba en su casa que yo andaba cerca, y me dijo que ya estaba acostada y cosas así. Me dio la impresión de que no estaba conforme con su cuerpo.
-¿por?
-Intuiciones.
-¿Pero y qué tenía su cuerpo?
-Para mí, nada…pero bueno antes te dije intuiciones que no son más que ellas no es más que conocimiento, y había cierta recurrencia indirecta en las charlas a su cuerpo. En fin…
-Bueno, con estas dos chicas…
-No pará hay una más, al menos de las que quiero hablar hoy.
-Bueno, Mateo, pero estás girando sobre los demás ¿y vos?
-jajaj, Mariana, ya te titulé la sesión, jajaj.
-Cierto, me olvidaba.
-Es algo gracioso.
- A ver…
-Estaba el viernes en la verdulería. En eso entra Anabella,  una chica que conocí la conocí en tuiter.
-Mateo y las redes sociales.
-Y sí, viste hay un antropólogo lingüista o algo de eso, dice que “estamos amordazados por la cultura” Bueno, ahí en eso andamos.
-jajaj qué bueno eso. Contame
-La vi decía en la verdulería, yo justo salía así que nos miramos y el cruce de miradas quedó flotando como una nube espesa. Como te dije, la tenía en tuiter, en Facebook, en Instagram y toda red que existiese, jajaja. Un día esto hace mucho. Limpié ciertos contactos y como con ella no interactuaba la saqué de todas las redes. Entonces ese día no bien entré en casa le envié una solicitud de Facebook. Al rato ya había aceptado, así que le envié un mensaje. Contestó. Así que comenzamos a hablar y ya intercambiamos números de teléfonos. Ella tiene su pareja.
-Ahhh, mirá… ¿entonces?
-No nada, un dato objetivo, jajaja. Bueno el caso es que el sábado le pregunto qué hacía, por wasap. Ella me contestó que estaba mirando una porno.
- A ver, ¿eso te dijo?
-Sí.
-Ya me imagino al lacaniano, Mateo, qué le contestaste.
-jajajaj. No no es lo que pensás.
-Mateo, qué sabés lo que estoy pensando.
-Mariana, lo sé…me dijiste lacaniano.
-jajaj, sos hermoso.
-A veces, ajajaj. Bueno el caso que yo a ese mensaje lo tomé como que la piba me estaba tomando el pelo.
-¿Cuántos años tiene?
-No lo sé…veinte….veinte y pico…
-Bien, nunca una de treinta y pico, ¿no?
-sí porqué ¿no? No se da o está casadas jajaja
-vamos… bueno ¿qué le contestaste?
-Bueno como te decía, ella me tomó el pelo, entonces le pregunté ¿y qué tal el argumento?
-¿qué?
-Y sí, qué argumento va a tener una porno! Ajajja
-jajajaj
-Ella me dice, no lo sé pero es excitante. Yo, desvié la conversación. Eso era a las tres y media de la tarde. Al rato me dice, que me dejaba, o sea, dejaba la conversación porque se iba a laburar.
-Bien ¿y en qué quedaron?
-Nada, me estaba boludeando. Quería que prendiera en eso del porno. Además, le dije que me estaba boludeando. Ella, me preguntó por qué creía yo que me había pasado el número de ella y esas cosas…bueno quedó ahí, en nada.
-Mirá, Mateo. Lo importante acá no es si te boludean o no. Siempre es qué es lo que vos querés, los o en este caso las demás, pueden hacer lo que se les cante y está en vos que se lo permitas. ¿Qué querés?
Silencio
-Hay  alguien que dice en una poesía, bastante floja pero para mí tiene significatividad un verso que dice “como el deseo de seguir narrándote”. Creo que es lo que mejor define a lo que quiero en este momento, escribir, escribir-me.
-¿Vos te estás escribiendo o te estás dejando escribir? Te lo pregunto, porque estás buscando laberínticamente ciertas historias que no tienen sentido, quedan ahí. Alexia, Valeria, Melina, Anabella, ¿vos no eras acaso que seleccionabas?
-El mundo es complejo para todos, lo que quiero es escribir en su complejidad, en clave actual, para eso necesito parasitarme de estas historias, sin sentido, claro. ¿Acaso la evanescencia y lo efímero no son características actuales?
-¿Te gusta el riesgo, eh?
-No podría vivir ni escribir de otra manera.
-Bien, Mateo. Terminamos la sesión ¿El martes a las 16:30?
-Sí, no hay problemas.
-Te espero. Que sigas bien.

-Nos vemos.