En esta carta, voy a referirme al trayecto formativo que se nos propuso desde la unidad curricular: “Didáctica y Currículum de la Educaciónn Superior”. Para empezar a presentar el tema, definiré etimológicamente, primero, el género discursivo, carta, para luego concertar la situación de esta exposición. La palabra epístola es un término religioso, viene del griego, epistole.Término usado para designar a las cartas de Pablo (Rom 16:22; Col 4:16; cf 2Pe 3:1)[1] y otros escritos (Act 15:30; 23:33). Los lexemas prefijos, epi- (sobre) y stellein, (poner en orden, mandar) y comparten raíz, baste de ejemplo: con apóstol. Si bien es cierto, voy a exponer en esta carta los saberes desarrollados en la unidad curricular con el fin de analizar, reflexionar, reutilizar saberes, prepararla me requirió mucha lectura y escritura.
Quiero empezar contando
una breve conversación que tuve con la coordinadora de una maestría, Beby Mac
De Gregorio, en la Universidad Nacional
de Rosario, mientras cursaba un seminario, le pregunté si podía agregar bibliografía
que no fuese obligatoria ni recomendada en el programa de ese seminario. Ella
me contestó que a eso en esa facultad lo llamaban ‘teoría del riesgo’ porque podía usar
otras bibliografías eso era mi decisión por lo tanto conllevaba un riesgo.
Cuento esto porque en esta carta voy a
tomar el ‘riesgo’ de usar otras
bibliografías fuera del programa dado
en este curso, como por ejemplo, el sociólogo, Georg Simmel, quien
realiza una observación muy concreta con
la aparición del tranvía en la ciudad, más
precisamente la disposición de los asientos: “En comparación con la ciudad
pequeña, el tráfico de la gran ciudad se basa mucho más en el ver que en el oír… Antes de que en el siglo xix surgiesen los ómnibus, ferrocarriles y
tranvías, los hombres no se hallaban nunca en la situación de estar mirándose
mutuamente, minutos y horas, sin hablar” (Simmel, 1986: 681).
Con esto Simmel, caracteriza al urbanita, como un ser indiferente que necesita
de un contacto previo para comunicarse, para hablar sin desconfianza con otra
persona que viaja a su lado. Lo mismo ocurre con la educación virtual de
repente, tenemos que realizar tareas, formar grupos, entre otras y no todos y
todas somos tan abiertos como para comunicarnos como si nos conociéramos de
toda la vida. Lo planteo más bien como un desafío de la virtualidad. ¿Cómo hacemos quienes
estudiamos de manera virtual para comunicarnos con quienes desconocemos con más
naturalidad y plena confianza? Es cierto que desde este curso se abren los
canales comunicativos para acercar-nos, también es cierto que esto lleva un
buen tiempo.
Empiezo por el final,
dice la canción. Comencé con la lectura de
Pinar, F William, “la Teoría del currículum” y en esta suerte de
‘dialogo multireferencial sobre curriculum’ quiero contar sobre un pasaje de este autor cuando señala: “(…) acogí la
subjetividad como políticamente valiosa en un mundo injusto lacerado por la
violencia” (Pinar, 289). A esto lo relaciono con la cátedra que estoy a cargo:
Alfabetización Académica, en el Instituto
de Educación Superior Villa Ángela, en los primeros años. Creo pude
resignificar lo que Alcalá define como el objeto de la didáctica, dicho de otro
modo, de lo que se ocupa la didáctica es de “la práctica de enseñanza”. En la reconfiguración pude observar que
yo trabajaba desde la noción de géneros discursivos,
basten de ejemplo, columnas de opinión, informe de lectura, monografías breves,
si bien estos instrumentos son valiosos, no me permitían ver el alcance de las
lecturas de los estudiantes, cómo accedían a los discursos académicos, acaso si es que accedían, o eran
hablados por un discurso otro.
Lo que hice,
finalmente, para cuando les solicité un trabajo integrador final fue
que ellos/as manifestaran clase a clase
lo aprendido, sus obstáculos, sus dudas, entre otras para ver las distintas
representaciones subjetivas del conocimiento, de la información técnica dada, ya no
desde un lugar que se indaguen ciertas
operaciones cognitivas, como identificar tramas textuales, reconocimientos de
estructuras, estrategias de lecturas, sino más bien, me dediqué a observar sobre cómo operan a través de los sentidos que le dan a los distintos textos
y si dan cuenta de su aprendizaje en la escritura de una narrativa pedagógica.
En este sentido, la
primera semana de cursada de esta unidad curricular me ha hecho reflexionar, a
partir de las lecturas y la escucha/observación de los videos-clases y la
elaboración de la ‘síntesis explicativa’). Insisto, a partir de
la definición de la didáctica como una
praxis, como “una disciplina que habla de la enseñanza, se ocupa del estudio
y el diseño del currículo, de las estrategias de enseñanza, de la programación
de la enseñanza, de los problemas y de su puesta en práctica y de la evaluación
de los aprendizajes y de la enseñanza” (Camillioni, 2016:18).
De todo esto, me ocupaba o al menos lo intentaba, pero me olvidaba demasiado como dice Pinar,
de ‘la subjetividad políticamente valiosa’ de los y las estudiantes que son otros/as, de la alteridad en un
mundo que sobrevalora: “Las informaciones porque son aditivas, no
narrativas. Pueden contarse, pero no narrarse. Como unidades discontinuas de
breve actualidad, no se combinan para constituir una historia. Nuestro espacio
de memoria también se asemeja
cada vez más a una memoria
informática llena hasta arriba de masas de información de todo tipo. La adición
y la acumulación desbancan a las narraciones” (Han,
2014: 75).
La sobre exposición
que los y las estudiantes muchas veces acceden
es de una vasta cantidad de información que circula por internet, sobre
conocimientos técnicos. Esto, los y las
despoja de poder narrarse, de su relato autobiográfico, y no poder reflexionar
sobre sí mismo, pues, operan/mos en el
presente inmediato, sabernos sin memoria, sin trayectoria, sin pasado ni
futuro, de ser así, nos queda en este mundo tan injusto la categoría de
consumidores o deudores permanentes, saturados de información sin distinguir la
calidad de ella.
Con relación a la
segunda semana del curso, los temas-saberes están vinculados ya que como
actividad, teníamos que analizar un relato, un recuerdo apelando a la memoria
episódica sobre la buena enseñanza, alguna clase que nos haya impactado en
nuestra trayectoria en la formación inicial (superior). Cuando armamos el
grupo, nos costó bastante el intercambio por mensajería WhatsApp, como dije más
arriba citando a Simmel, no nos conocíamos bien. Intercambiamos relatos los
leíamos al final decidimos por el relato de una compañera, Mirtha Carballo,
destacamos del relato las dimensiones de tipo emocional y afectiva,
profesional, institucional y social. En definitiva, la buena enseñanza
tiene que ver con la vinculación con los estudiantes, con un alto desarrollo
intelectual y profesional, con responsabilidad social, una fuerte impronta
ideológica en tanto lo que tiene que ser
su disciplina, para qué sirve la enseñanza y para qué sirve la formación superior (Porta 2018).
Alacá, en el mismo
sentido, define que el pensamiento del profesor es una
síntesis entre el conocimiento experiencial y el conocimiento teórico
organizado que fue adquiriendo desde una continuidad formativa y las
condiciones socio-histórica-institucionales en que se desarrollan sus
prácticas. (Alcalá, 2016).
Todo esto, me lleva a
inferir, pensar, reflexionar sobre las experiencias personales, lo importante
que es llevar un registro, una bitácora,
sobre lo que vamos aprendiendo, sorprendiéndonos en nuestras prácticas de enseñanza.
En tanto que en la
tercera semana, el foro me pareció interesantísimo, no sólo porque había un
fragmento de un cuento de Borges sino un micro cuento de Cortázar, donde
teníamos que evidenciar, inferir, analizar, lo subyacente de esos cuentos y
relacionarlos con la teoría dada. En el cuento de Jorge Luis Borges se dejaba
ver la perspectiva empirista-positivista, sumada a esto las lógicas de la
inducción y deducción. Es decir, aplicar el conocimiento a las leyes físicas y
naturales, o sea, desde esa lógica si los planetas giran alrededor del sol y no
caen, pues hay una ley física que avala
su aplicabilidad, sin embargo, esto no es del todo así.
Mientras que, en el
cuento de Cortázar, se observa la lógica procedimental un diario que fue hecho
para leer, sin embargo, una señora lo utiliza para envolver acelgas. Esto lo
relaciono con un seminario que
dictó Daniel Cassany, hizo una pregunta
de investigación para ver los resultados
que arrojaba, entonces, realizó una encuesta, se preguntó en España, ¿cómo daban cuenta de
quién era inteligente? La respuesta más reiterada fue que daban cuenta de cómo
hablan y escriben las personas. Mientras que esa misma pregunta, la realizó en
comunidades aborígenes en Bolivia, y la respuesta fue toda aquella persona que observa
cómo trabajan la tierra y aprenden los procedimientos sin preguntar. Solo a
partir de la observación.
[1] Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología: Epístola. Extraído de: https://www.biblia.work/diccionarios/epistola/. Fecha de recupero: 15 de diciembre de 2021.
Referencias bibliográficas
Alcalá, M. (2021) Clase 1 (U. “Humanidades”,
Productor). Disponible en Youtube: https://youtu.be/4Yuey6eDeOs
-------------------- Clase 2 (U. “Humanidades”,
Productor). Disponible en Youtube: https://youtu.be/VMoLZYj3zvA
------------------ Clase 3 (U. “Humanidades”,
Productor). Disponible en Youtube: https://youtu.be/xMJc87Q7TRw
------------------- Clase 4 (U. “Humanidades”,
Productor). Disponible en Youtube: https://youtu.be/2EHwRr5KqoU
-------------------- Clase
escrita “Ser docente en la educación
superior. La buena enseñanza” UNNE. Profesorado de Educción Superior. [pdf]
Bain, K
(2012) Universidad Nacional del Nordeste: Profesorado de Educación Superior ¿Qué es la
buena enseñanza? Revista de Educación, 63-74
Camillioni, A y otros (2016) El saber didáctico.Paidós. Buenos
Aires-Barcelona-México.
Han, B.C. (2014) La agonía del eros. Herder. Barcelona.
Pinar, William F. (2014). “La primacía de lo
particular”. En Pinar, William F. La teoría del curriculum. Madrid: Narcea.
Porta, L. (2018) Universidad Católica de Córdoba.
(Productor) Disponible en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=9wU8AlWUAaQ&t=24s
Sabido Ramos, Olga (2007). “El sentir de los
sentidos y la sociología de las emociones en la obra de Georg Simmel ”. En Georg Simmel .
Una revisión contemporánea,
coordinado por Olga Sabido Ramos, 211-230, Barcelona: Anthropos/Universidad
Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.
Santos Guerra, (2012) Cedecom. Es. Disponible en
Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=VGVNV5j6n8I&t=10s